Las lluvias beneficiaron la siembra de soja en el centro de Santa Fe

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El informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, correspondiente al período comprendido entre el 8 y 14 de noviembre, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe, señala que el proceso de siembra de la cosecha gruesa 2023 – 2024 se intensificó a medida que los pisos de los lotes lo permitieron, dada la buena a muy buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra.

Según detalla el informe, hasta este momento se han cubierto con soja un total de 367.500 hectáreas, lo que representa el 35% de las 1.050.000 proyectadas al inicio de la campaña.

Respecto de la semana pasada esas cifras muestran un avance de más de 200.000 hectáreas y 20 puntos porcentuales. Sin embargo, hubo un par de días sin actividades debido a la imposibilidad de ingresar con los equipos por las lluvias.

Trigo

Esta semana también continuaron las actividades en los lotes sembrados con trigo, cultivo que se encuentra en etapa de fructificación y que se presenta «desmejorado» y «con complicaciones por déficit hídrico».

Hasta ahora se han trillado el 60% de las 436.500 hectáreas sembradas, con rendimientos que «reflejaron el impacto de las lluvias heterogéneas, irregulares o variables que se produjeron durante el ciclo del cereal».

Girasol

Las regulares precipitaciones del período ayudaron, mantuvieron y mejoraron los estados, bueno a muy bueno, de los cultivares de girasol.

Un bajo porcentaje de ellos fue afectado por la falta de humedad en los perfiles de los suelos en el inicio del ciclo y, además, influyó la falta de oportunas fertilizaciones, por lo que no se recuperaron.

Las futuras condiciones ambientales, posibles y abundantes precipitaciones, días nublados, afectarían el desarrollo de la oleaginosa en etapa de floración, por lavado directo del polen como así también el trabajo de los polinizadores, principalmente, abejas

Maíz temprano

Se encontró a los maizales de primera en estado bueno a muy bueno y con cultivares excelentes, que aprovecharon los abundantes contenidos de humedad en los suelos, detalla el informe.

En el área de estudio se observaron dos zonas bien diferenciadas:

a) en el noreste del SEA, las implantaciones se realizaron en la ventana óptima de siembra y fueron beneficiadas por las lluvias, el cereal prosiguió su normal desarrollo de las etapas fenológicas, propias de cada parcela;

b) en el resto de la superficie de estudio, las escasas a nulas disponibilidades de agua útil en la cama de siembra, obligaron a un corrimiento o desfasaje de 25 a 30 días de la fecha ideal, principalmente en el área de influencia de las cuencas lecheras.

Fuente: La red del Campo

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