Viviana Miranda tiene 50 años y vive junto a su hijo Emanuel Jesús de 29 años. A,mbos padecen discapacidades, Emanuel tiene psicosis esquizofrénica y osteomielitis crónica de fémur, y ella, una enfermedad degenerativa de los huesos.
Ambos vivían en una casita de calle 9 de Julio 198 de la ciudad de El Trébol. Pero fue hasta el lunes por la tarde, cuando madre e hijo fueron desalojados.
en diálogo con este medio, Viviana contó su verdad. «Yo alquilaba. La propietaria me dijo que me quedara hasta que vendiera la casa. Pero el lunes vinieron a sacarnos las cosas afuera. Había dos móviles, seis policías, una mujer con una carpeta y una asistente social. Yo debía unas cuotas pero había llegado a un arreglo que y ella – la propietaria – me acepaba la plata que le iba dando. Pedí 48 hs pero no hubo nada para nosotros. Desde allí, el Municipio me ofreció llevar las cosas a un galpón y alojarnos unos días en un hospedaje. Salí desesperada a alquilar algo y no encontré y me agarró la noche. No me podía mover de acá porque había que cuidar todas las cosas».
Viviana y Emanuel pernoctaron el lunes a la intemperie, en la vereda de la vivienda, entre una pila de muebles, ropa y demás pertenencias. «Fue muy desagradable dormir afuera con mi hijo. Él no quería ir al hospedaje y teníamos que cuidar todo esto. Ahora mi hija me consiguió un camión para llevar las cosas a Mendoza y mi hijo también se va a ir».
Miranda trabaja haciendo limpieza para dos familias y cuida enfermos en el hospital. «Con eso vivo y ayudaré a mi hijo a que tenga una vida mejor en Mendoza».
ETD – Fue a hablar con el Área Social de la Municipalidad?
«Yo fui varias veces a hablar. Una vez nos dieron una casita del Plan Federal pero nos la usurparon hace cinco años y no los pueden sacar. Yo era la primer suplente, la propietaria se murió y me quedó para mí, pero se metió otra gente de San Genaro. Rompieron la puerta y usurparon la propiedad y nadie los puede mover de ahí. Yo ahora vivo sin agua y sin luz y ellos con todos los derechos».
ETD – Y qué va a hacer?
«Ahora veré si puedo ir al hospedaje, hasta encontrar un lugar donde quedarme. Hace muchos años que sufro, busco agua en un canal para el baño, no tengo luz, cuidé a mis nietos».
