Kititi Ramos y Silvia Luciano de Prevero hicieron docencia y patria lejos, muy lejos de casa.
Estando de vacaciones, en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, visitaron una escuela para dar un taller sobre poesía.
Por motus propio, con alma de docentes, con la poesía metida en el alma, caminando la patria, estas mujeres bien de éste pueblo, transmitieron su pasión a niños santiagueños.
“Tenemos un proyecto armado que se llama “Santa Fe desde el Poeta”. Recogemos poesía de escritores, haremos un libro y lo repartiremos en las escuelas junto a “Willy” Musachi. Estábamos de vacaciones y Silvia salió a buscar una escuela para dar un taller”, comenzó contando Kititi a El trébol Digital. 
Esta es una historia real, de hace unas cuentas semanas.
Pero en tiempos de educación golpeada, de paros y conflictos, bien vale transmitir el amor de dos almas por la poesía y sus corazones de maestras.
Silvia dijo: “Encontré una escuela primaria de 1500 alumnos primaria y de doble turno. Pedí autorización y les gustó la idea. Nos recibieron muy bien, nos aprobaron la idea y allí fuimos”.
Y ahí se gestó la magia.“Eran 20 alumnos muy inteligentes. La maestra muy buena también. No hicimos lo que vamos a hacer con el proyecto. Les sacamos poesía. Silvia explicó y yo empecé a charlar con ellos. Hablé sobre la imaginación. Eligieron palabras sobre un punto de partido y comenzó todo. Eligieron palabras hermosas y así, entre todos hicimos una poesía. Toco comenzó con la palabra sol. Al principio costó y después se largaron con todo. Y así se fue armando un poema hermoso que hicimos sólo en 45 minutos”, explicó Ramos.
La escuela en cuestión es la Rafael Obligado, paradójicamente lleva el nombre de un escritor, poeta y académico argentino, padre del también poeta Carlos Obligado.
Recordando el momento, Luciano explicó: “Ellos tienen muy arraigado el tema de los valores y la lealtad, así que trabajamos sobre eso. El proyecto es sobre Santa Fe, por eso se llama “Santa Fe desde el poeta”. Esto no tuvo nada que ver. A veces hacemos esto para despuntar el vicio porque nos gusta. De vez en cuando visitar escuelas y hacerlos escribir. Yo me entusiasmé con la clase de Kititi y volamos todos”.
Por primera vez, 20 niños santiagueños compusieron y escribieron un poema con la magia de dos mujeres de 54 y 79 años, que con una varita, transmiten una especie de magia llamada pasión.
Finalmente, Kititi dijo sobre la experiencia: “Me dí cuenta que tengo la maestra metida en el alma como cuando tenía 20 años. Les dejamos un mensaje y estoy segura que lo llevaron a la casa”.
Por su parte, Silvia manifestó: “Hace mucho que quería tener un contacto con una escuela lejana y se dio. Yo les prometí mandarles el material de trabajo y que se genere un vínculo”.
El poema
SOL
Siempre me levanto
y te veo a vos
luz que iluminas
mi caminar
brillas en torno
a mi esperanza
como una pelota amarilla
que me espera cada mañana
estrella que pintas mis flores
todos los días
atraviesas las nubes
con tus reflejos
Aunque no te veamos
Siempre estás.
