Fue 2-1 ante el Real Madrid en el partido de ida de cuartos de final.

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El Barsa volvió a festejar en el Bernabéu con una cuota de magia de Messi – La Pulga metió un pase precioso para el gol decisivo que convirtió Abidal. Le duró poco la esperanza al Real Madrid de quedarse con una victoria en su cancha frente al Barcelona. El equipo de Mourinho no pudo mantener la ventaja que tenía por el gol de Cristiano Ronaldo en el primer tiempo ya que en el segundo el conjunto de Pep Guardiola fue efectivo y con los tantos de Puyol, a los tres minutos, y de Abidal, tras una pase de magia de Messi, decretó el 2-1 del partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey.

Con dos argentinos en cancha (Gonzalo Higuaín, de poca participación ofensiva en el Real, y Messi), los dos equipos más grandes de España entregaron un partido emocionante desde el arranque. Es que a los 10 minutos nomás, Cristiano Ronaldo acalló a todos aquellos que se quejaban de que no aparecía en los clásicos y convirtió el 1-0. El portugués se escapó por el sector izquierdo, recibió un pase desde el medio de Benzema y definió cruzado ante un arquero como Pintos que tuvo una floja reacción.

Pero el gol no le llevó tranquilidad al local. Todo lo contrario. Animó al Barcelona, que salió decidido a buscar el empate. El primero en tener una chance de conseguir el 1-1 fue Iniesta, a los 13, con un tiro que tapó Casillas, demostrando una vez más sus grandes condiciones. Unos minutos más tarde, el chileno Alexis Sánchez tuvo la más clara para el Barcelona, con un cabezazo (tras habilitación de Cesc Fábregas) que pegó en el travesaño.

Después de un tiempo de intermitencias, con un Madrid algo relegado en el fondo y un Barsa sin demasiado vuelo, volvió a aparecer el conjunto visitante, con oportunidades claras del gol. Una de ellas fue de Messi, quien llegaba dulce al clásico con 13 goles en 16 partidos ante el Real. Pero, esta vez, su tiro bajo en el segundo palo fue contenido por Casillas. Un nuevo intento del argentino quedó para el final, pero esta vez se fue desviado sin necesidad de la intervención del arquero blanco.

Apenas iniciado el segundo tiempo, Barcelona tuvo su recompensa a tanta búsqueda. A los tres minutos, en un córner desde la izquierda, Puyol anotó el 1-1 de palomita, tras ganarle la marca a Pepe. Así, el equipo de Guardiola se aprovechó de uno de los grandes problemas del Madrid: las pelotas aéreas, vía por la cual llegaron muchos de sus últimos goles recibidos.

Y, a 14 minutos del pitazo final, la recompensa fue aún más dulce cuando un pase de magia de Messi terminó en gol. El argentino levantó la cabeza y vio a Abidal solo en el sector izquierdo. Su pase fue directo al pecho del francés que definió cruzado de zurda para decretar el 2-1 final que deja mejor parado, tanto en el resultado como en lo anímico, al Barcelona de cara a la vuelta en el Camp Nou.

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