Berlusconi, de fiesta hasta la madrugada con seis garotas – Un premier que no conoce los límites. En su primera visita oficial a Brasil, el premier italiano Silvio Berlusconi no obtuvo resultados brillantes desde el punto de vista de la política exterior. No consiguió hablar con su anfitrión Lula da Silva acerca de la extradición de un presunto terrorista italiano refugiado en territorio brasileño, Cesare Battisti. En cambio, tuvo tiempo de llevarse una impresión de la belleza de las jóvenes brasileñas.
De acuerdo con un relato minucioso del diario Estado de Sao Paulo , con nombres y apellidos, lugar y hora, el presidente del Consejo de Ministros de Italia recibió en la suite presidencial del hotel Tivoli Mofarrej (ex Sheraton de San Pablo) a un grupo de 6 muchachas con las que permaneció hasta altas horas de la madrugada . Una de las chicas contratadas, que recibió 1.100 dólares al igual que el resto de sus compañeras por participar de la fiesta reservada, fue la que relató los pormenores de ese encuentro especial.
Dijo que días antes de esa cena del lunes último, la llamó un empresario que dijo ser italiano pero que hablaba perfecto portugués. El hombre la citó junto con las otras señoritas y les informó que estaba por preparar un espectáculo para ser llevado a la TV italiana. «Nos dijeron que querían llevar brasileñas y que el programa se estrenaría dentro de 15 días» relató. A la joven le tocaba un número especial: bailar una danza muy próxima al striptease . La muchacha, según el relato del diario paulista, es «experta en pole dance», conocido como el baile del caño.
Alexandra, como dijo llamarse la danzarina, contó que el lunes 28 de junio a las 22 horas entró en la suite de Berlusconi y allí estaba el premier junto a las otras muchachas. Hizo su número, aquel que le habían solicitado y luego se retiró. Tuvo tiempo sin embargo de observar varios detalles: había una mesa repleta de exquisiteces como en la legendaria Bacchanalia romana, convenientemente acompañados por vinos tintos y blancos, y también por espumantes. No deja de ser curioso que todo esto ocurriera al comienzo de la visita a Brasil y que la cena, prolongada hasta casi el amanecer, no hubiera impedido a Berlusconi encontrarse horas después con su colega Lula da Silva.
El martes 29 ambos tuvieron una cita en la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP), la mayor entidad patronal brasileña. A ese encuentro, Berlusconi acudió acompañado por representantes de las 100 principales empresas de su país y, según se afirmó en el momento, celebraron con el jefe de Estado brasileño una «sociedad estratégica». El premier, de 74 años, no se sintió acobardado por la falta de sueño y pronunció un extenso discurso donde abundó en agradecimientos a la colectividad italiana en San Pablo y se deshizo en elogios a las conquistas logradas por Lula. Llegó incluso a señalar que esperaba ver a Lula de nuevo en el gobierno de Brasil en 2014.
Lula, a su vez, mostró nulo interés en discutir con Berlusconi el asunto de Battisti, condenado a cadena perpetua por la justicia italiana. Y apenas prometió vagamente que iría a juzgar el caso después de tomar conocimiento sobre el asunto. En verdad Battisti está hace más tres años en Brasil.
Ante la dimensión que tomó la nota publicada por el diario Estado , la Presidencia del Ejecutivo italiano emitió un comunicado de desmentida de la historia . Aseguró que las informaciones aparecidas en la prensa brasileña «carecen de todo fundamento y son fruto evidente de la voluntad de alguno de hacerse publicidad». Dijo que el presidente Berlusconi, acompañado por personas de su equipo y de numerosos agentes de seguridad participó el lunes 28, invitado por un empresario, en una de las muchas recepciones que tuvieron lugar con motivo de su visita a Brasil. En esa circunstancia «se organizó un breve espectáculo de folclore típico con la participación de algunos artistas brasileños».