DEPETRIS Y EL DERECHO – “Estamos frente a un quiebre en la forma en que debemos manejarnos”

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La llegada de la pandemia COVID19 y el aislamiento obligatorio en Argentina para evitar el contagio masivo y una catástrofe sanitaria de pérdidas humanas, hizo que las personas transformen su vida cotidiana, generando un cambio rotundo en todos los aspectos, y creando historias nuevas, que son valorable de contar.

Un elemento clave de la sociedad es el marco legal. La justicia y su actuar, que hoy, se ve limitada y restringida, generando algunos inconvenientes que parecen pequeños al lado del virus y todo su contexto, pero que puede hacer la diferencia en una familia a los profesionales.

Juan Carlos Depetris, abogado de años, y con una amplia trayectoria, habló sobre esta nueva realidad que se vive en lo cotidiano y en el mundo de las leyes.

“Estamos frente a un quiebre en la forma en que debemos manejarnos, nada será igual en muchos ámbitos, ni tampoco en el servicio jurídico y de justicia. Es hora de avanzar en métodos electrónicos, ágiles, seguros y de rápida respuesta”, sentenció el hoy en el derecho, y en lo que tendrá que ser.

La cuarentena y la justicia

“Bayo”, como lo apodan sus conocidos, contó que desde el principio del aislamiento, el ejercicio de la abogacía no estuvo considerada como actividad esencial y que eso limitó muchísimo la actuación de la profesión, al punto de restringirla casi totalmente.

“No estamos concurriendo al Estudio dado que por Decreto no nos está permitido y si lo hacemos podríamos incurrir en un delito penal. Lamentablemente esto nos coloca en una situación delicada como a tantos otros rubros”, afirmó el profesional y apuntó: “No podemos atender personalmente a nuestros clientes cuyos problemas se siguen presentando”.

En este sentido, el abogado recibido en la Universidad Nacional del Litoral ya hace muchos años, explicó: “No podemos acceder a nuestros archivos, carpetas, expedientes, etc. Los juzgados operan con guardias mínimas y para casos especialmente urgentes. Presentar una petición judicial nos trae inconvenientes menores, dado que hay que trasladarse varios kilómetros sin una autorización expresa para circular, entre otras tantas dificultades que se nos presentan”.

La ley y el #homeoffice

El no poder circular por la calle hace que el trabajo tenga que ser desde los hogares, atendiendo vía telefónica y por diversos medios de comunicación como ser whatsapp, correo electrónico, etc.

Pero más allá de la prestación que los profesionales puedan dar, hay limitantes que no permiten avanzar ya que no están operando los registros de la Propiedad del Inmueble y del Automotor; las oficinas de certificaciones de firmas; los poderes o fotocopias no funcionan; como tampoco pueden hacerlo los escribanos, que solo pueden atender lo estrictamente relacionado con aquellos aspectos derivados del aislamiento.

“Esto perjudica el día a día, no sólo a quienes ejercemos esta profesión como único medio de vida, sino a los justiciables: los clientes que ven paralizados sus justos reclamos, dado que tampoco está habilitada la vía de la Mediación Extrajudicial Obligatoria, como medio alternativo de resolución de conflictos”, detalló Depetris.

El futuro inmediato

Estas cuestiones, que afectan a un buen número de personas y que muchas son de aspectos sensibles; fueron evaluadas por los Colegios de Abogados y se elevaron las peticiones para habilitar la reanudación del servicio de justicia por etapas, con la idea además, de ir digitalizando las presentaciones, comunicaciones, con protocolos específicos.

El objetivo es agilizar por vía digital los reclamos y soluciones, manifestó Juan Carlos y continuó: “Por ahora no ha avanzado mucho pero si hubo una reciente “Acordada de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe” parece avanzar en habilitar la atención de ciertos casos que tienen que ver con alimentos, régimen de comunicación, cobro de cuotas alimentarias, amparos, cobro de indemnizaciones, temas laborales. En fin, conflictos urgentes y que tienen estrecha relación con el derecho de familia y alimentario en general.

Esta es la situación de la justicia, de los profesionales que no pueden ejercer el derecho y de la miles de personas que ven afectadas sus demandas, muchas de ellas necesarias y que son impostergable, como puede ser una medida de distancia ante la violencia, el pedido de cuota alimentaria, que tiene que ver con poder poner un plato de comida en la mesa; el traspaso de una propiedad y las distintas cuestiones que quedaron suspendidas en el tiempo.

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