INADMISIBLE – Personal de Tránsito de Las Rosas reivindicó a la dictadura, pidió la vuelta de los Falcon y los vuelos de la muerte

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Falta algunos pocos días para que se cumpla un nuevo aniversario del genocidio ejecutado por la última dictadura militar aquel 24 de marzo de 1976. Algunas horas más para conmemorar el 43º aniversario de aquel horror, hoy convertido en lucha, memoria, verdad y justicia.

No es casualidad, que personas infames se atrevan a pedir la vuelta de aquel proceso, por desconocimiento e ignorancia pura, tal vez,  o simplemente por pensar que la tortura, la censura, la muerte y el exterminio, son prácticas aceptable y válidas en un mundo como este.

El pasado viernes, en el 8M, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, con actividades y marchas en toda la argentina, incluido El Trébol y Las Rosas, se produjo un hecho lamentable y repudiable.

En la vecina ciudad rosense, un grupo de mujeres marchó por las calles replicando consignas y peleando por sus derechos, sin molestar a nadie, sin agresiones. Solo alzando la voz de lo que ellas creen justo y pidiendo claro, que dejen de matar a las mujeres.

Algunas horas después, se pudo ver en las redes sociales, que quien las debía cuidar y acompañar por su función pública –agente de tránsito- vomitó un odio inentendible para cualquier persona que merezca calificarse como humano.

“Negras sucias, asquerosas y olorientas”, cita parte del texto. La misoginia en su máximo esplender, violencia extrema y que asquea. Más de lo mismo, más brutalidad del patriarcado. Creyendo que ser negra es un defecto, un insulto, algo malo. Un discurso discriminatorio, xenófobo y racista.

En su vehemencia cargada de odio, reivindicó la dictadura genocida e instó a que esas mujeres sufrieran los mismos horrores que los 30 mil desaparecidos y todos los compañeras y compañeros que padecieron aquel proceso de facto.

“Mi general volvé”, hizo referencia Luis, el agente Municipal de Las Rosas, sobre el asesino, torturador y  genocida de Videla. Y continuó: “Acá te quedaron algunas para sacar a pasear en el Falcón Verde o en el vuelo de la muerte para luego dar un chapuzón en el Río de la Plata”.

Duele, asusta y preocupa un discurso así. Alejado de la realidad, de la empatía, de la historia. No tiene nada de gracioso, ni de irónico. Es la manifestación de la violencia explícita, porque todos sabemos que detrás de los Falcon y los vuelos hay muerte, hay sangre, hay tortura.

Y hay una doble preocupación y una doble alarma. Este ser infausto es un empleado municipal, un agente del Estado y eso conlleva una responsabilidad. Es quien debe cuidar a la ciudadanía en las calles, y quien, en ese momento debía custodia el paso de las jóvenes.

Siniestro. Ojalá que se tomen las medidas necesarias, que no quede inconcluso, que haya sanciones. No se puede tolerar. Argentina dijo #NuncaMás, en Argentina hay Memoria, hay Verdad y debe haber #Justicia.

Por Melisa Barrios

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