«Viví una pesadilla»

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Lejos de casa – José María Sbrascini y su familia sufrieron un duro accidente en Brasil. Su hijo estuvo grave. Hoy se recupera en su ciudad. La familia de José María Sbrascini, no vivió lo que se dice, unas vacaciones soñadas. O al menos, el regreso de las mismas fue un calvario.

Retornando de Brasil, donde habían pasado unos lindos días de descanso, José María, su esposa María Laura y sus hijos Agostina de 8 años y José Mariano de 9, fueron embestidos en la ruta por una ambulancia desde atrás.

Fue en el estado de Río Grande Do Sul, a la altura de la localidad de Carazinho, a 40 kms. De Passo Fundo.

El accidente

José María viajaba a borde de su Isuzu Trooper cuando una ambulancia fuera de servicio lo chocó de atrás, sacándolo de la ruta y quedando contra un terraplén.

Como consecuencia del accidente, el pequeño José Mariano resultó con serias lesiones en el rostro y perdió el conocimiento.

«Desde ese momento, todo fue una pesadilla. Un hombre, que seguramente me lo envió Dios, un tal Paulo, en un Corsa, nos trasladó al Hospital de la ciudad donde internaron a mi hijo. El se me despertó en el viaje», le dijo a este medio José María, el padre de la familia.

El viaje de vuelta

Tras estar internado desde el martes 10 al sábado 14, José Mariano recibió el alta, después de estar delicado, con golpes en la cabeza y cuatro fracturas en el rostro.

Pero la pesadilla no terminó ahí. «Cuando lo trasladábamos a Argentina, al llegar a la Aduana, no dejaron pasar la ambulancia porque decían que no tenía los permisos. En ella trasladábamos a mi hijo. Discutí mucho. No les podía hacer entender la situación. En Brasil me trataron muy bien, en el hospital bárbaro y eso me ayudó mucho. Pero cuando llegué a mi país, en vez de mejorar la cosa, es como que empeora. Llevamos a mi hijo a un hospital de Santo Tomé (Corrientes) y allí me autorizaron a trasladarlo en mi auto a El Trébol, explicó José a este medio.

Recuperación favorable

Tras un viaje intenso y dramático, los Sbrascini llegaron a la ciudad de El Trébol. El pequeño ya está internado en la Clínica San Rafael con evolución muy favorable.

«Viví una pesadilla, una cosa que no se lo deseo a nadie, por suerte, gracias a Dios, ahora todo va muy bien», cerró José María, con gesto de cansado por el stress de estos días.

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