– Los contratos de soja registraron ayer un repliegue del 3,61%, hasta los u$s 372,41 la tonelada, arrastrados por la cosecha récord en los Estados Unidos
Las posiciones a enero marcaron así un mínimo desde el pasado 4 de diciembre en el mercado de Chicago, una tendencia que se fue moderando en los plazos más largos: marzo perdió un 3,45%, a u$s 373,32; julio, un 3,32%, a u$s 377,27, mientras que noviembre lo hizo en un 2,53%, hasta los u$s 365,15. Las bajas también afectaron los futuros del aceite de soja, que acusaron una merma cercana al 3% para terminar alrededor los u$s 716,49.
La célebre era de la abundancia no termina sólo en el petróleo: el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) presentó su tradicional informe mensual, en el cual confirmó que la «supercosecha» de la primera economía del mundo fue aún mayor que lo que se esperaba, llevando la oferta local a su nivel más alto en ocho años. Al mismo tiempo, el USDA mantuvo la perspectiva para la Argentina en los 55 millones de tonelada y aumentó un 1,60% la de Brasil hasta un récord de 95,5 millones (ver suplemento Campo).
La oleaginosa ha cedido prácticamente unos 180 dólares en los últimos ocho meses, un dolor de cabeza para la conducción del Banco Central, que percibirá entre 3.000 y 4.500 millones de dólares menos que en la campaña anterior. De acuerdo con las cifras de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), el sector agroexportador liquidó sólo u$s 274,4 millones en la pasada semana, lo que representa una caída del 12,7% respecto del mismo período del año anterior.
El Gobierno se ha sentado a negociar con las principales cámaras del sector para acelerar los tiempos de liquidación, resultando un acuerdo rubricado en octubre por el cual los productores se comprometían a inyectar unos u$s 5.700 millones en el último trimestre de 2014. Además, dispuso hace una semana que las empresas exportadores comuniquen su emisión mensual de certificados de depósitos y warrants, para tener así una mayor precisión sobre la cantidad de granos que se comercializan y que se retienen en el campo.
De todos modos, el derrumbe del poroto en Chicago podría agilizar la liquidación en el corto plazo. La contienda con las cerealeras comenzará a mediados de año, cuando la cercanía del cambio de mando presidencial incite el acopio de la producción, a la espera de mejores condiciones cambiarias en el sector.
