Continúa la cosecha de trigo con buenos rindes

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– En las diferentes regiones productivas, los rendimientos se aproximan a los promedios históricos y la producción sería de 12 M de toneladas. Sin embargo, los productores advierten por el bajo precio que se le está pagando. Si bien la producción de trigo ha bajado en los últimos años por la merma en la siembra del cereal, para el presente año se proyecta una buena campaña. Según el Ministerio de Agricultura, en su primera proyección la calculó en 12 millones de toneladas, volumen que representa un alza del 30% respecto de la campaña anterior.

En tanto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que hasta el momento el rinde medio nacional se elevó a 19,2 qq/ ha, y luego de recolectarse una superficie próxima a 870.000 ha, el volumen parcial acumulado supera 1,6 millón de toneladas. Así la estimación la mantienen en 11.500.000 de toneladas.

Por su parte, la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario, estima una producción nacional de trigo de 12 millones de toneladas.

Dado este panorama, Infocampo consultó a referentes de diferentes zonas para que cuenten en detalle cómo fue esta campaña destacando el bajo precio que se lestá pagando por el cereal.

Para empezar, en el sur de Santa Fe comenzó a cosecharse (un 20% de la superficie) con rindes muy heterogéneos, con una ventana de rindes que van desde 60 hasta los 30 qq/ha. Para describir aún más, Santiago Rodríguez, asesor del Crea Teodelina, indicó que el promedio será similar que en los últimos 5 años, de 52 qq/ha.

«La campaña triguera comenzó con muy buenas expectativas porque el perfil de humedad del suelo estaba al 100% de su capacidad de almacenamiento. Las lluvias ascendían a casi 1.000 mm hasta mayo», relató, y aseguró que este panorama hizo que se incrementen las hectáreas.

Pero luego, un agosto anormal con temperaturas altas perjudicaron el macollaje acelerando el ciclo de los trigos. Y en septiembre cayó una helada que afectó seriamente a los cultivares. Luego en octubre llovieron alrededor de 200 mm que ayudaron a que se re- cupere el cultivo. En cuanto a las enfermedades, el asesor aseveró que hubo ataque de roya tempranamente, pero fue controlado ante una aplicación anticipada.

Además, una de las características fue que «los productores vendieron a buen precio (u$s/t 200) parte de la producción bajo contrato. Hoy ya ha bajado bastante», señaló. Pero al hacer la cuenta junto con la soja de segunda, donde los perfiles son óptimos, los márgenes cambian.

Asimismo, en el sudeste de Córdoba, por ejemplo, comenzaron a trillarse los primeros lotes con rendimientos pro- medios de entre 3.000 y 3.300 kg/ha, con pisos de 1.400 kg/ha y techos de 5.000. Las causas de estas diferencias dependieron fundamentalmente del efecto de la temperatura sobre su ciclo del manejo y de la calidad de los ambientes en los cuales fueron implantados.

«Los mejores rindes y expectativas de obtenerlos los están teniendo los lotes en los cuales la oportunidad de siembra no estuvo restringida por esperar a que salga el agua de los lotes, en donde la calidad de uso de los suelos son buenas a muy buenas y fundamentalmente por el material genético utilizado», explicó Juan Pablo Ioelle, técnico del Inta Corral de Bustos.

Otra característica que muestra diferencias respecto de los rindes hasta ahora obtenidos fue el lograr que el nitrógeno aplicado esté disponible para el cultivo en el momento necesario.

«Durante el cultivo tuvimos aparición de patógenos, principalmente roya anaranjada, mancha amarilla y con muy poca incidencia fusarium, con distintas severidades, dependiendo de los materiales y los controles efectuados», informó.

A su turno, Gervassio Reggiardo, productor del sur de Entre Ríos y miembro del Crea Montoya, subrayó que se comenzó a cosechar antes de lo previsto porque el cultivo se adelantó por las altas tem- peraturas en octubre y por el invierno que fue más templado que lo habitual. Los rindes que se están obteniendo son en promedio de 32 qq/ha, iguales a los históricos. Según Reggiardo, la calidad también fue buena en comparación a otros años, obteniendo 79 de pH, entre 10 y 10,5 de proteína y 28 de gluten.

En cuanto a las enfermedades, hubo un ataque fuerte de roya. También se presentó mancha amarilla, pero fue controlado con una o dos aplicaciones, y fusarium, pero fue leve. Las lluvias también jugaron su papel. Durante la siembra el perfil de hume- dad era el adecuado, pero luego se cortaron en julio/agosto lo que limitó el macollaje.

Luego las precipitaciones volvieron, pero el calor de octubre pegó contra el llenado de granos, donde muchos quedaron livianos.

Así, la campaña en cuanto a rindes es buena pero los productores se quejan por el precio que están pagando el cereal, que va desde los $/t 800 hasta los $/t 1000.

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