El calor complica los cultivos del Centro y el Norte de Santa Fe

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– Las temperaturas, de medias a altas, intensifican los procesos de evaporación y evapotranspiración en el centro-norte de la provincia de Santa Fe, donde la última precipitación importante se produjo hacia fines de enero, con promedios diversos, alcanzando los máximos entre 65/68 milímetros. Las temperaturas, de medias a altas, intensifican los procesos de evaporación y evapotranspiración en el centro-norte de la provincia de Santa Fe, donde la última precipitación se produjo el 24 de enero, con promedios diversos, alcanzando los máximos entre 65/68 milímetros. De acuerdo a la información publicada por el diario El Litoral, la actividad continuó con un ritmo menor a la semana anterior y estuvo concentrada en la finalización del proceso de siembra de segunda y maíz de segunda en los departamentos del norte, y en la cosecha de girasol, en el oeste de San Cristóbal. “La mayor actividad se observó en el seguimiento y control de isocas, con aplicaciones intensas”, sostiene el informe semanal que elabora la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Católica de Santa Fe, en convenio con la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción. De este modo, la cosecha de girasol avanzó en un 98% con respecto al área sembrada. Se estima que se terminarán cosechando 100.500 hectáreas, con un rendimiento promedio para el final del ciclo de 19,5 quintales por ha y una producción estimada para el final de campaña de 195.975 toneladas. En cuanto al maíz de primera, se indicó que a días del pleno proceso de cosecha, se observan muy buenos los cultivares en el área comprendida por los departamentos Castellanos, Las Colonias, La Capital y centro-sur de San Cristóbal. En esta zona, comenzó el proceso de cosecha de los primeros lotes, con buenos rendimientos y buena calidad. Los rendimientos obtenidos varían entre los 80 y 95 quintales por hectárea y se estima un rinde promedio para la zona de 90 quintales por hectárea. El informe recordó que un 37 por ciento de la superficie sembrada fue para autoconsumo (picado-embolsado), lo que representa unas 19.980 hectáreas. En tanto, 62% de la superficie sembrada, 33.939 hectáreas, se destinan a cosecha de grano y se considera que un 1% se perdió como consecuencia de los eventos climáticos registrados. El proceso de cosecha presenta un 5% de avance de la superficie destinada a grano. Para el final del ciclo, se estiman rendimientos promedio de 85 quintales por hectáreas, con una producción final del de 288.482 toneladas.Sobre el maíz de segunda, por la escasa disponibilidad de agua útil, se dio por terminado el proceso de siembra. Se sembraron 41.000 hectáreas, número levemente superior a la campaña 2011/ 2012, que fue de 40.162 hectáreas. Sobre la soja de primera, se indicó que se sembraron 510.000 hectáreas. Los cultivares se encuentran en muy buen estado. Con respecto a la sanidad de los cultivos, el informe destacó que “sigue siendo de buena a muy buena; que se han realizado aplicaciones para el control de la isoca, pero que los ataques continúan”. Por eso, se hace necesario repetir las aplicaciones y seguir la evolución de los lotes cada tres a cinco días. En cuanto a la soja de segunda, finalizó el proceso de siembra, con unas 295.000 hectáreas sobre un total estimado de 295.600 hectáreas. Por otra parte, finalizó la siembra de sorgo granífero. La superficie sembrada fue de 73.500 hectáreas sobre una estimación de intención de siembra de 75.000. Finalmente, se citó el caso del algodón. La superficie sembrada en la campaña 2012/ 2013 es de 112.000 hectáreas, número menor a la intención de siembra de 118.000. Los cultivares implantados se desarrollan con normalidad pero comienzan a sufrir la falta de agua en los suelos.

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