Volvió a desperdiciar la oportunidad de sumar un título internacional. Jugó mal contra el Internacional y sembró de dudas su futuro.

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Independiente y una nueva desilusión – Igual que contra Goais, esta noche el Rojo reaccionó recién cuando estuvo en terapia intensiva. Otra final perdida. La sed de revancha que no se pudo apagar luego de la sorpresiva derrota ante el Jubilo de Japón por la Suruga Bank. Esta vez fue el Inter el que puso una piedra en el camino de Independiente y se quedó con la Recopa. Aunque, hay que decirlo, el Rojo también trastabilló por errores propios. Así, el saldo del equipo de Mohamed en este inicio de temporada es negativo.

Cuando Tuzzio alzó la Copa Sudamericana tras vencer al Goiás en la serie de los penales, a Independiente se le abrieron las puertas para enriquecer su rica historia futbolística. Surgió la posibilidad de conquistar títulos a nivel mundial. Pero el Rojo la desaprovechó. El escenario, hoy por hoy, no es alentador. Porque el equipo no da respuestas en la cancha. No lo hizo en Japón. Tampoco esta noche en Brasil.

La ventaja que Independiente consiguió en Avellaneda duró un suspiro. Apenas 19 minutos. Cuando apareció Damiao, ese demonio disfrazado de delantero, para marcar por duplicado, los de Mohamede se desmoronaron. Milito, el experimentado defensor que llegó del Barcelona para aportar su calidad y capacidad, cometió errores graves. Insólitos.

Igual que contra Goais, esta noche el Rojo reaccionó recién cuando estuvo en terapia intensiva. Cuando se quedaba afuera. Y peloteó al Internacional. Descontó, igualó la serie pero luego se tiró atrás. Como ante los japoneses. La misma historia que contra Goias, pero con un final diferente. Aquella noche, el Rojo respiró en los penales. Esta vez el equipo se quedó sin nafta y ni siquiera llegó al alargue.

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