Son los policías Luis Mendieta, Enrique Murillo y Arley Delgado, los oficiales de mayor rango que estaban cautivos desde 1998.

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Combates en la selva: el ejército rescató a tres rehenes de las FARC – Fue tras un operativo de un cuerpo militar de elite, en Guaviare. Uribe dijo que aún siguen los enfrentamientos. Cuando el mundo tiene aún fresca en la memoria el estruendoso éxito de la Operación Jaque, en el que el ejército colombiano arrebató en julio de 2008 a la guerrilla izquierdista de las FARC a 15 de sus más preciados rehenes, entre ellas la política colombo-francesa Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y doce policías y soldados colombianos, el presidente colombiano Alvaro Uribe anunció ayer que un «milagro» similar había ocurrido. Esta vez fue con los dos uniformados cautivos –del grupo de 21 que permanecen secuestrados– de más alto rango: el general Luis Mendieta y el coronel Enrique Murillo, ambos policías, secuestrados hace doce años. Luego se informó de la liberación, también, de un mayor llamado Arley Delgado, retenido por los rebeldes desde agosto de 1998 tras un ataque a un puesto antinarcóticos en Miraflores, aunque no fue confirmado oficialmente, pero sí por su madre. Murió un soldado que era parte del grupo de elite que participó del rescate.

Durante un acto público en la ciudad de Quibdo, en el Pacífico colombiano, que no despertaba mayor interés de los medios –no sólo porque la región se caracteriza por ser la más pobre del país andino, sino porque Uribe está a poco menos de dos meses de terminar su mandato–, el presidente sorprendió con la noticia: anunció el rescate de los dos policías en una acción de un comando élite de su Ejército en las inhóspitas selvas del departamento –provinci– del Guaviare (el mismo lugar donde se llevó a cabo la Operación Jaque) y tras agradecer a los generales y tropa que participaron en la acción anunció que los combates aún continúan.

«Acabamos de rescatar al General Mendieta. Está sano y salvo en poder de las Fuerzas Armadas», anunció Uribe al tiempo que dijo que los combates se presentan en la zona rural del municipio de Calamar donde actúa el Frente Primero de las FARC, encargado de mantener a los rehenes. «Helicópteros Black Hawk y aviones supertucano –de fabricación brasileña– protegen la zona donde las tropas ya tienen listos para ser evacuados a los dos oficiales de la Policía», añadió Uribe en diálogo con los periodistas que lo abordaron para precisar los hechos. Según el presidente, las Fuerzas Especiales buscan en la zona a otros secuestrados que estaban en el campamento asaltado en la madrugada del domingo y tienen orden de no salir de la zona hasta no encontrarlos.

Mendieta y Murillo –quien tiene dos hijos que casi no conoce– hacen parte de un grupo de policías que en 1998 enfrentaron una toma rebelde a la ciudad de Mitú, en las selvas del Vaupés, durante 72 horas. Mendieta, por entonces, de rango coronel, era el encargado de la estación policial y repelió ataques con morteros y ráfagas hasta que vio caer a la mayoría de sus hombres. Entonces, fue el último que decidió rendirse, luego de ver morir a 43 policías y civiles y a otros 60 más que fueron hechos rehenes. De los cautivos, 55 fueron liberados en 2001, el policía John Frank Pinchao se escapó en 2007, el mayor Julián Ernesto Guevara murió en cautiverio y el intendente Luis Hernando Peña, hasta donde se conoce, también perdió la vida, al parecer fusilado tras padecer un ataque de locura. De ese grupo permanecían cautivos el general Mendieta, el coronel Murillo y el sargento César Augusto Lasso, que es el único de esa toma que sigue privado de la libertad.

Este domingo Mendieta estaba cumpliendo 53 años y por eso, su padre Alfredo, había programado una reunión familiar en su casa para recordarlo. Allí recibió la noticia por parte de los medios que lo llamaron para alertarlo. «En ese momento estábamos haciendo el almuercito preparando una gallina con toda la familia cuando a la 1:30 de la tarde escuchamos al presidente diciendo: ¡liberado el general Mendieta! En ese momento todos nos arrodillamos y dimos gracias. Es un milagro», narró Carmenza, una de las hermanas del oficial tras recordar que la última vez que celebró un cumpleaños con su hermano fue en 1997.

El rescate de ayer es el tercero que realizó Alvaro Uribe durante su presidencia junto a la Operación Jaque y a otro, en noviembre de 2008, en el que fue rescatado el político Oscar Tulio Lizcano, tras siete años de cautiverio.

Con el rescate de los oficiales, que al cierre de esta edición no habían sido trasladados a Bogotá, quedan 19 militares y policías en poder de las FARC, que pretenden canjearlos por unos 500 de sus combatientes presos, incluidos tres que están en cárceles de Estados Unidos.

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