Fue un partido de locos, Piamonte ganó el clásico del oeste en la Liga San Martín.
En el Miguel Ángel Tell de María Susana, se medían Susanense y Piamonte, ambos con necesidad de tres puntos para trepar en la tabla de la liga.
Y fue un partido inusual. Susanense salió dominante en la primera etapa, en la que se jugó en campo del «Albo». El «Rojo» generó jugadas de riesgo, sobre todo desde el lateral derecho, pero las oportunidades no prosperaban.
En una contra, la visita lastimó duro. Comas fue letal para poner el 1 a 0 y fue baldazo de agua fría para el dueño de casa. El trámite siguió igual, Susanense buscando la igualdad y Piamonte con una férrea línea defensiva cimentada en el inagotable Pedro Arber. Minutos antes del cierre de la primera etapa, otro contraataque puso el 2 a 0 para los «Blancos». Suarez capitalizó el 2 a 0 para que los visitantes se fueran al descanso con tranquilidad.
En el complemento, la historia sería otra, pero no sin más emociones y sucesos insólitos.
A los 2 minutos, en un remate de Flores que se desvió en un defensor, los anfitriones descontaron y parecía que se venía la «marea roja», pero Piamonte enfrió el partido y apostó de contra con salidas rápidas. Durante 30 minutos, estuvo más cerca la visita de ampliar que Susanense de empatar. Sin embargo, en una jugada aislada, Ibañez definió magistralmente para poner las cosas en pardas.
Un línea doblemente agredido
Dos minutos después, Piamonte atacó y tras un centro desde la derecha, Alesio, con poca fortuna, marcó en contra de su valla para el delirio piamontés. En pleno festejo, el línea Benitez, que marcaba el ataque de Piamonte recibió el impacto de una botella plástica en la cabeza. Como consecuencia, se detuvo el partido y los árbitros se fueron al vestuario.
Regresaron a los pocos minutos, Matías Maidana decidió enviar al línea al otro sector de la cancha pero al reanudarse el cotejo, el mismo línea sufrió otra agresión, esta vez de parte del público visitante. Como resultado, el partido otra vez detenido y los árbitros al vestuario.
Finalmente, al regresar a la cancha, el cuarto hombre completó la función del línea, que permaneció en el interior del vestuario hasta la finalización del cotejo, con el 3 a 2 para el elenco blanco.
Foto: A.J. Fumero