El 2 de abril, pasó con innumerables conmemoraciones en la ciudad. Desde la vigilia, al acto, la muestra en el museo y la peña folklórica.
Fue la primera, sin Eusebio Romero, padre de Daniel, el Cabo I que falleció en el hundimiento del Manuel Belgrano. Pero ahí estuvo su hermano, Rubén «Cachito» Romero.
«Es un día complicado para mí y para mi familia. Me cuesta un montón hablar, y sobre todo por mi viejo. Él siempre le puso el pecho a esto. Es duro porque están los viejos y verlos sufrir es complicado», dijo tras el acto y visiblemente emocionado.
Con mucho esfuerzo por hablar, pero siempre gentil, expresó: «Daniel era una persona especial. Siempre tuvo buena relación con todos y decidió ir a la Escuela de mecánica de la Armada. Era por profesión. Lo veía en el tele en blanco y negro y decía que quería ir ahí y mi viejo siempre se sintió culpable por dejarlo ir».
Con el dolor de cada fecha patria, «Cacho» manifestó: «Tengo que seguir adelante. Mi vieja tiene una puñalada que se remueve. Es lindo que se festeje pero llega esta fecha y se nos remueve todo adentro. Mi mamá sueña que Daniel golpea la puerta y hay que ir a abrirle y después él no está. Después pasa todo y al año siguiente vuelve».
Y admitió: «Le estoy infinitamente agradecido al Municipio el recuerdo».
