De esta manera, las pequeñas y medianas empresas podrán realizar sus importaciones con una mayor certidumbre. Al realizar un plazo fijo que se irá ajustando en función de las variaciones del dólar oficial se elimina la diferencia que se generaba entre la fecha de oficialización del despacho y la fecha en que se habilitaba el pago al exterior. A su vez, una medida de este tipo puede ayudar a moderar expectativas inflacionarias, ya que el dólar con el que se compra y luego se vende se mantiene en línea.
Las pymes sufren la inestabilidad de la macro en doble vía: en los precios y en la incertidumbre de no saber cuándo van a poder reponer nuestro stock. La disposición del BCRA es una manera de evitar un cuello de botella que afecte de manera directa a la producción nacional, con un posible traslado también al comercio minorista.
Fuente CAME