PAIRETTI 100 % INTIMO – «Sufrí abuso espiritual»

Lo más leido

Carlos Pairetti es un Profesor de ciencias sagradas y filosofía, que vive en la ciudad y su nombre tomó magnitud no sólo por su trabajo como filósofo y sus libros publicados, sino también por las reuniones multitudinarias que llevaba adelante en la capilla lindante a la estación terminal de ómnibus.

En la misma, Pairetti, junto a su grupo, llevaban adelante cantos, alabanzas y se leía la biblia.

Fin de las reuniones en la capilla

Sin embargo, Carlos no pudo volver a llevar adelante estas reuniones en ese lugar.

En los últimos días, publicó en las redes sociales textualmente:

«Comunicado sobre FIN de reuniones en capilla san Cayetano:

Son muchas las personas que por facebook o en la calle me preguntan acerca del retorno de las reuniones en la capilla san Cayetano.
Pues bien, LAS REUNIONES NO VOLVERÁN.
Por cualquier duda, por favor hablar con quienes corresponda: Obispo, párroco.
Hago esta aclaración, puesto que no está en mis manos esa decisión.
Les mando un abrazo grande a todas las personas que asistían a nuestras reuniones. Dios nos bendiga a todos.
Con afecto Carlos Pairetti».

Entrevistado por este medio, elegido por Carlos para explicar la situación, señaló: «Me gustaría aclarar resumidamente porqué no continúan las reuniones. Los curas de la zona siempre se opusieron a mis reuniones y los fieles siempre fueron cercenados de asistir porque se lo veía como una cosa que no se inscribe dentro de lo que la iglesia aceptaría. Sin embargo, el Padre Marcelo Blanch acompañó el desarrollo de las reuniones e incluso confesaba en las mismas».

Pairetti, retrocediendo en el tiempo, destacó: «En 2018, vino el obispo, Monseñor Sergio Fenoy a la ciudad y el Padre Marcelo generó una reunión entre él y yo para aclarar el tema de las reuniones. El me prometió que en 2019 iba a asistir en persona para dirimir él mismo si estas reuniones eran compatibles o no con la iglesia. También se lo prometió al grupo. Al año siguiente, el Padre Marcelo, ya siendo vicario de monseñor, me comunicó que el obispo iba a venir a la ciudad pero que no iba a asistir a la reunión porque recibió en su despacho, una acusación grave contra mi persona. Yo quedé descolocado y me desató ira y bronca. Le pedí explicaciones a Marcelo pero no me dieron respuestas y me enojé mucho. Publiqué algo en las redes y el obispo envió a Marcelo y tuvimos una reunión con él, con el Padre Bianculli y me eliminaron de las reuniones».

Daño psicológico

Pairetti, quien hizo cuatro años de seminario y tiene gran experiencia en en biblia y espiritualidad, expresó: «Me hizo mucho daño, y tuve que empezar con ayuda psicológica. Eso es abuso espiritual que tiene las mismas consecuencias que un abuso sexual. Uno empieza a sentir una descomposición de la personalidad. Cuando llegó la pandemia, no pasó nada pero al volver las flexibilizaciones, no pudimos hacer más las reuniones. Me enojé y dejé de ir a la iglesia porque no me siento contenido y nadie me dio una respuesta».

Visiblemente molesto, Pairetti apuntó: «Yo podría hacer un juicio al obispado por calumnias y difamación. Yo le había avisado al grupo que monseñor iba a visitarnos pero no vino. Las reuniones eran sencillas. Empezábamos con canto, pidiendo por la familia junto a «Chiche» Becerra, que es un hermano evangélico que me acompañaba con la guitarra; luego hacíamos una catequesis sobre un texto bíblico y al final hacíamos una oración de sanación por los enfermos. También hacíamos reuniones para hombres y para mujeres durante la semana, además de los sábados que asistían unas 300 personas».

Carlos se define como un cristiano comprometido con la iglesia. «No con la iglesia dogmática» aclara y agrega: «Yo no soy un cura, soy un laico. Soy profundamente religioso y católico. Soy amplio, trabajo con los evangélicos. Aunque el concepto de catolicismo es reductivo. Soy un cristiano, que recibe a todas las personas. No necesariamente la gente que venía a las reuniones tenía que ser católica o heterosexual. Venía todo tipo de gente».

Y confesó: «Me han acusado de todo, hasta de tener una mujer por pueblo y otras cosas muy negativas que salieron a decir. Yo no puedo volver a la capilla en la que trabajaba porque responde a la iglesia San Lorenzo Mártir».

ETD – ¿Darías tus reuniones en otro lado?

«No. Yo no volvería a sí. No me atrevería. Podría hacerme el pastor e ir a otro lugar y no se me ocurre ni se me pasa por la cabeza. Yo estoy denunciando este abuso espiritual, una especie de violencia. Necesito poner mi cabeza en orden».

Y agregó: «Yo hoy siento vergüenza por la iglesia y sobre algunos sacerdotes que no se pronunciaron ni me explicaron nada. Me dejaron expuesto y ahora no tengo autoridad para abrir la capilla».

Más artículos

 

Últimos artículos