El Cullen «está trabajando a cama llena»

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En conferencia de prensa, el director del Hospital José M. Cullen, Dr. Juan Pablo Poletti, dio un estado de situación general del nosocomio en la actualidad, con el coronavirus a cuestas y -más aún- el agravante de que crece el número de internados por otras patologías. Una frase definió su diagnóstico: “Hoy estamos trabajando a cama llena”.

¿Qué ocurre? El equipo médico del Cullen “ya estaba acostumbrado a trabajar al ciento por ciento de ocupación”, previo al coronavirus. Ahora, con la pandemia, el nosocomio ha incrementado de 30 a 47 las camas críticas. “Y en este momento estamos trabajando a cama llena, con esas 47 camas. Es toda una logística que se trabaja día a día: ir moviendo camas para poder brindar la atención que necesita ya sea el paciente Covid como el no Covid”, explicó el médico.

“Pensábamos que íbamos a disponer de más camas críticas Covid a raíz de que bajara el número de internaciones de pacientes no Covid, pero esto no está sucediendo. Ese paciente no Covid está presente todos los días: hay muchos accidentados y heridos, y esto nos obliga a disponer de camas para todas las patologías (no sólo para pacientes que cursan la enfermedad que produce el coronavirus)”, añadió.

Para Poletti, esto ocurre porque la ciudad volvió prácticamente a su ritmo habitual: es decir, la gente circula y se accidenta. “Le pido a la población que, ya tenemos la posibilidad de circular, que lo haga con responsabilidad. Que se cuide de accidentes evitables. El Ministerio de Salud dispuso la apertura de camas críticas en otros lugares; el Nuevo Iturraspe aumentó su disponibilidad (de camas críticas), y en el Viejo Iturraspe se incorporaron camas ‘respiradas’ (con asistencia respiratoria mecánica) que van a estar a disposición para ser ‘satélite’ del Cullen cuando así se requiera”, adelantó el funcionario.

Con un ejemplo, el director hizo un llamamiento a la comunidad: “Si una persona en moto usa casco (y se accidenta), no llega a requerir una cama crítica; pero si no lo utiliza y, además de eso, cruza un semáforo en rojo, posiblemente si se accidenta sí necesite esa cama especial. Hablo de accidentes evitables que, de llegar al Cullen, van a determinar la presencia con respirador en cama crítica con internación alta de muchos días. Y esto dificulta cualquier logística. Pido responsabilidad a la gente”, clamó.

“El hospital está al límite -admitió-. Ni bien tengamos pacientes Covid ya con alta epidemiológica y con obra social, serán derivados al medio privado. También se cuenta con un convenio público-privado para derivar pacientes críticos que requieran internación no Covid con respirador en sanatorios”, recordó.

“¿Se puede ampliar un poco más la disponibilidad de camas?”, consultó un periodista. “No, no. Éste es el límite, 47 camas críticas. Esto es así porque la sala de máquinas, los compresores y todo el instrumental que se necesita para poner un respirador en marcha, no permiten ampliar la disponibilidad. No es que se enchufa un respirador y anda: hay un montón de acciones logísticas”, explicó Poletti.

“¿Puede colapsar el sistema en el hospital?”, fue otras de las consultas. “No creo -dijo el director-. Estamos en comunicación directa con los otros hospitales, trabajando a destajo con el jefe de terapia y con todo el personal de salud (camilleros, etcétera). Se está dando una gran entrega de esfuerzo humano, físico y mental”.

Antes, sin pandemia y con 30 camas críticas, el hospital trabajaba al ciento por ciento de ocupación. “Con el Covid-19, se está incrementando la ocupación de camas críticas (sumado a aquellos pacientes con otras patologías graves). Los períodos de estancia (en la internación) son más largos, y por eso se hace más difícil la movilización y el recambio de pacientes”, concluyó el médico.

Noticia de: El Litoral (www.ellitoral.com)

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