DESAHOGO SEXUAL – La Justicia, machista y patriarcal que tiene que caer

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Cuando muchos critican la lucha feminista, cuando cuestionan y argumentan que los derechos son iguales, que no hay diferencias, que no existe el patriarcado y nada de lo que se intenta visibilizar; acá está la respuesta. Un fiscal dice que una violación en manada fue un “DESAHOGO SEXUAL”.

Esto es el patriarcado. Un concepto arraigado en las esferas más altas del poder, que con sutileza lo supo expandir a la sociedad. Es un concepto que implica seguir sosteniendo privilegios que no están dispuestos a perder; porque cuando se habla de igualdad y equidad, significa que unos sedan y otros ganen para estar en la misma línea. Derechos para todos.

Por años la mujer quedó relegada y subordinada al hombre. Siendo la sexualidad un derecho del varón, del macho. A su antojo. Un premio. Un objeto del cual podían disponer.

Hoy no dista mucho de esa realidad. El acoso es constante. Y todas, cada una de las mujeres, más o menos agresivo, pasó por una situación donde un hombre las incomodó con un grito callejero o con un comentario desubicado; las vulneró tocándoles la cola o rosándolas en un transporte, boliche o cualquier otro lugar. Ni hablar cuando cruzan todos los límites, y ejercen una violencia extrema con una violación.

La Justicia de Argentina es la cuna del machismo patriarcal. Algunos pocos se desconstruyeron e intentan igualar las reglas, pero falta muchísimo, casi todo. Podrán decir que se logró la ley de femicidios, que los asesinos serán condenados a perpetua, y es cierto, pero hablamos de justicia sobre una mujer muerta. Te tienen que arrebatar la vida para que tal vez, la justicia llegue.

Una piba de 16 años violada. Un Fiscal –Fernando Rivarola- y sus cómplices de la Injusticia (Ministerio Público Fiscal de Chubut y el área de Violencia de Género del Superior Tribunal de Justicia de la provincia) dice desahogo sexual.

Como cuando una mujer golpeada llega a una comisaría y le dicen, “VENÍ MAÑANA”, “para qué te la voy a tomar si vas a volver”; “fue un golpecito”; o “que hiciste para que le pegue”, “por qué te pegó”.

ENTIENDAN, por eso las mujeres luchamos: Para que no nos maten, para que no nos peguen, para tener igualdad. Luchamos por nuestra dignidad.

Pero se hace difícil cuando los que nos tienen que cuidar y los que tienen que hacer justicia se vuelven cómplices, y no nos cuidan. Nos siguen victimizando. Con su accionar nos vuelven a pegar, nos vuelven a violar, nos matan una y otra vez.

Los derechos están escritos, pero no se plasman en la realidad. Las reglas tienen que cambiar. Ya vimos y ya sabemos que una medida de distancia es obsoleta. Llegan los golpes, llegan los agravios, llega la muerte. La perspectiva de género en la «IN-justicia» es un chiste, lamentablemente.

A muchos, les indignó el crimen de odio racial de EE.UU., como a toda persona de bien, pero no les genera los mismo cuando muere una mujer. El femicidio también es un crimen de odio. El odio del macho a la mujer, pero para esto siempre hay una excusa, un atenuante, una culpa de la mujer.

No hay motivos. Queremos una justica seria. Basta de esta mugre que apaña a violadores hijos del poder. Basta de esta «IN-justicia».

 

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