POR JUSTICIA – San Jorge marchó y pidió acciones concretas en casos de violencia de género

Un centenar de mujeres  y hombres de San Jorge se dieron cita en la explanada  del Centro Cívico para decir basta a la violencia de género, en especial, para reclamar y pedir justicia por el caso de “Lucia”, una joven que fue brutalmente golpeada por su ex pareja y que es hostigada salvajemente por esta persona, sin respuestas claras de los jueces.

La víctima, fue golpeada con golpes de puños y una cadena, y a pesar de esto, el agresor quedó libre a las pocas horas por ser  “lesiones leves” y ahora, el caso se encuentra en trámite en la fiscalía, teniendo como curso legal y a la espera de la audiencia imputativa en los primeros días del mes de diciembre.

En tal sentido,  una buena cantidad de vecinos de la ciudad  se congregaron  en el lugar  para escuchar un mensaje leído por una de las integrantes  del espacio “Las Chuecas”, quienes vienen realizando un trabajo significativo y de gran importancia, tratando de concientizar la opresión, desigualdad y violencia (en todas sus formas).

 

El texto  leído en el lugar  enfoco su reclamo en  los  siguientes puntos textuales.

Hoy nos convocamos frente a los organismos públicos que deben velar por nuestra seguridad, bienestar e integridad para exigir y reclamar:

La poca validez de las leyes que amparan a mujeres víctimas de violencia de género, ya que por más que exista una ley nacional y, específicamente en nuestra ciudad, una ordenanza municipal sobre la problemática, hoy las mujeres no nos sentimos seguras al momento de denunciar el hecho violento, al momento de exigir al juzgado su actuación acorde en estos casos.

La formación en perspectiva de género a los y las policías, para recibir con mayor tacto, afecto y contención a las mujeres víctimas, presentando empatía y contemplando el terrible momento que están pasando.

El caso específico que nos reúne, el de Lucía, no tiene que ser uno más. Estamos exigiendo que estas leyes no sean discursos vacíos, sino que se cumplan, ya que el agresor no sólo se encuentra libre, sino que continúa amenazándola de muerte. Entonces, su integridad no se encuentra garantizada, como así tampoco su seguridad. Aunque se haya dictado una perimetral, es de público conocimiento que no se respeta y muchas mujeres mueren por más que exista. Lucía, como muchas otras mujeres, se encuentra desamparada por un Estado que no se hace responsable de su rol.

Por otra parte, desde el juzgado tampoco se obtuvo respuesta: la condena para el agresor será como máximo de 1 año de encarcelamiento, si es que esto sucede, exponiendo que las heridas que presenta son leves… Esto nos lleva a preguntarnos ¿qué tiene que pasar para que condenen a quienes atetan contra nuestras vidas y cuerpos? ¿Debemos morir para que el agresor pague? ¿Por qué siempre se debe llegar al extremo?

Hoy debemos hacer un frente común para luchar contra este flagelo social que está terminando con la vida de miles de mujeres. Según consideramos, debe ser prioridad del Estado destinar más presupuesto y formación a corto plazo para combatir y prevenir la violencia de género y los femicidios. Gracias a la movilización de los movimientos feministas que visibilizan estas problemáticas,  podemos advertir que es necesario que se tome este tema como prioridad y se fortalezcan los centros de acción primaria y prevención de casos, como así también ampliar servicios y crear centros que atienden a las mujeres víctimas o en riesgo.

No queremos ser más el blanco, no queremos sentirnos vulnerables ni vulneradas. Como sociedad, debemos desnaturalizar la violencia y abogar, utópicamente, por un cambio cultural y social, erradicando las prácticas machistas, patriarcales y sexistas que nos están matando.

Que esta tristeza que hoy sentimos se haga fortaleza y hermandad, para gritar por las que no tienen voz, para pedir justicia, porque el Estado y la justicia se están ausentando cuando más los necesitamos. Que esta bronca se haga lucha, como ahora.