El Centro Cívico hace agua y por todos lados.
El moderno edificio inaugurado en el año 2007 tiene importantes desperfectos de infraestructura.
Cada vez que llueve, la nave central del edificio presenta al menos media docena de goteras que hacen intransitable el hall principal. El agua se acumula en el suelo y hace grandes charcos, peligrosos para el andar de las personas.
Pero esto no es todo. El pasillo que lleva al ala sur, también muestra grietas por donde cae agua y no en pequeñas cantidades.
El edificio, moderno, nuevo y flamante, tiene serias imperfecciones para su normal funcionalidad en días de lluvia.
Sin segunda etapa
Otro tema es la parte inconclusa del edificio. Se sabe que se construyó la primera etapa y que la seguda, que comprende un auditorio, más oficinas en la planta alta, el techado de la escalera y la colocación de un ascensor, descansa en las oficinas provinciales.
Esta es una obra que el Ingeniero Daniel Depetris gestionó con Fernando Almada cuando aquel aún era Senador. Fue en el Gobierno de Jorge Obeid y se terminó en el mandato de Hermes Binner. Desde entonces – pasaron 9 años – se hicieron reiteradas gestiones al gobierno socialista para culminar el edificio. La segunda etapa es muy importante. En días que temporales, cuando se necesita que acceder a las 5 oficinas de la planta alta, hay que subir por una escalera sin techo, totalmente bajo el agua.
Si la gente tiene problemas de psicomotricidad, debe olvidarse de acceder a estas oficinas elevadas. El edificio no está pensado para personas con dificultades motrices. Más aún sin la existencia de un elevador.
La segunda etapa impera. El arreglo de los techos también. Por ahora no hay noticias.
