“Es una alegría poder hacer pelotas en la ciudad»

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– Alberto Leguizamón, talabartero de profesión y oficio, llevará adelante junto al municipio un proyecto innovador en El Trébol. Alberto Leguizamón, talabartero de profesión y oficio, llevará adelante junto al municipio un proyecto innovador en la ciudad. En poco tiempo, en El Trébol se comenzarán a fabricar pelotas.

«Es una alegría poder hacerlas en la ciudad porque fue una propuesta que yo llevé cuando tuve las intenciones de ser concejal. Creo que hay que fomentar la industria como se denomina «manufacturera» que es la que abarca mucha mano de obra», comenzó explicando el artífice de la idea.

El proyecto está en marcha y ante esto Leguizamón no dudo en manifestar: «Estoy contento que el municipio haya apostado a esto, vamos a ver si hacemos la mejor pelota de El Trébol.Estamos tratando de encontrar a la persona correcta, la que tenga más habilidades para trabajar con las manos, ya que en esta industria del fútbol se cose todo a mano. Estamos en eso».

En cuanto a la manera, forma y materiales en la que se va a fabricar el talabartero señaló: «La pelota es de similcuero, no se hacen más de cuero ni si quiera las primeras marcar. El cortado se hace con máquinas y el resto a mano. Nosotros ahora estamos por hacer la pelota de 18 gajos y 12 gajos. Cuando este más o menos armada los vamos a mostrar.»
Para el que no sabe o no recuerda, detrás de los esféricos hay una rica historia que ha ido evolucionando a la largo del tiempo.

«Existe el modelo Italiano -que tiene 12 gajos-o de basar porque se la encontraba en cualquier negocio. Después está la de 18 gajos, que es la pelota que pasó a suplantar la de «tiento». Esta nació en Bellville hecha por los hermanos cornejo. Se hizo muy famosa porque se jugaba en el fútbol de primera de AFA. Se llamaba Pintier, que era la abreviatura de los dueños de la fábrica.Los que conocemos algo de esto, fue la mejor pelota que se hizo y se va a hacer en el mundo. Era extraordinaria», relató Alberto Leguizamón, que siguió explicando: «Después está la pelota de 32 gajos, que es la Alemana –Adidas- la más conocida tiene 12 gajos pentagonales y 20 hexagonales.También está la de vóley que puede ser de 12 o de 18 gajos».

«Es una pena que no se hagan estas cosas, por eso estoy contento con la iniciativa, uno trata de enseñar lo que ha aprendido. Hay un renacer por la industria nacional y estoy más que contento», finalizó.

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