Mundial de básquetbol

Argentina dio pelea hasta el final, pero la victoria fue de Croacia – La Selección volvió a mostrar buen nivel, pero cayó 90-85. Luis Scola fue la gran figura: 30 puntos y 9 rebotes. No existe comparación con ver un partido dentro de la cancha. Para sentir el clima único de un duelo mundialista. Para vivir el básquetbol de calidad y la entrega de primera que ofrece la Selección argentina. La mística continúa y el juego sigue vivo, pero esta vez no le alcanzó al equipo nacional con los 30 puntos de Luis Scola ni con la desfachatez de Facundo Campazzo ni con cada remontada que intentó. Jugó todo el partido desde atrás en el marcador y se sobrepuso como pudo al cansancio de haber jugado 18 horas después de la victoria ante Puerto Rico. Croacia fue fuerte en triples y tiene jerarquía como digno ganador por 90-85. Mañana, a las 12.30 de la Argentina, la Selección jugará contra Filipinas en este Grupo B de Sevilla.

Poco se puede hacer, más que encomendarse a algún santo de la mala puntería, cuando el rival anota seis triples en 10 minutos, de la mano de tres tiradores. Eso hizo Croacia con Argentina en el primer cuarto, con tres bombas de Simon, dos de Bogdanovic y una de Saric desde el eje de cancha, 45 grados o los costados. Imparable el lanzamiento externo croata, que desafiaba la zona argentina dispuesta para evitar el juego interno de los altos europeos. Una estrategia que, como todas, puede fallar y era castigada con el recurso de los triples. Válido, pero que causó lamentos en el banco argentino cuando Croacia sacó la máxima ventaja de 11 puntos (20-9).

En la ofensiva, la Selección hizo circular la pelota con cierta lentitud ante la defensa cercana de los croatas. Con Mata en lugar de Campazzo se ganó centímetros pero se perdió movilidad. Y a la Argentina le costó penetrar hacia la zona pintada pero pudo anotar con un par de triples o lanzamientos de cuatro o cinco metros.

El 20-28 con el que la Selección comenzó el segundo parcial se trocó en 29-28 en apenas 2m45, con un parcial de 9-0, gracias a cinco puntos de Scola, dos de Nocioni y un doble de Campazzo bailando al gigante Zoric en el semicírculo debajo del aro. Lo sacó a pasear en calesita, pero al croata no le quedó ni el consuelo de la sortija.

Se había dado vuelta la taba y habría que ver cómo reaccionaría Argentina ante el desgaste físico y emocional de haber terminado de jugar 18 horas antes frente a Puerto Rico, con una actuacion descomunal. Croacia reaccionó como siempre: con un triple de Ukic. Y la Selección se convirtió en Deportivo Luis Alberto Scola, autor de 13 tantos en el segundo cuarto (5-7 dobles y 3-6 libres) y 17 en el primer tiempo. Más no puede hacer el capitán, moviendo las piernas como sólo él sabe frente a rivales mucho más altos pero, también, mucho más toscos.

Con un doble del zurdo Simon, goleador croata con 15 tantos, los europeos volvieron a sacar 7 puntos (42-35) a 2m35 del cierre de la mitad. Nueva incógnita: ¿cómo haría Argentina para lograr otra remontada si escaseaban las vías de gol? Se aliaron los planetas. Bah, se aliaron los dos bases y la reacción llegó. Porque más allá de un triple de Leo Gutiérrez, las manos mágicas de Prigioni y la desfachatez de Campazzo dejaron a la Selección a un doble (46-44) de cara al segundo tiempo.

Mientras aparecieron las vías de gol, la paridad se mantuvo, porque Croacia no claudicaba con sus triples (llegó a los 11 en el tercer cuarto) y Argentina podía anotar, cuándo no, a través de la mano de Scola, sólo errático en los libres. Y si Leo Gutiérrez se sumaba con dos triples y Campazzo conducía bien, el partido estaba en juego.
Pero el cansancio comenzó a hacerse notar y Prigioni debió salir por una contractura en el cuello, al tiempo que Scola necesitó descansar. Entonces el quinteto quedó con Campazzo, Safar (no pudo armar su tiro de tres puntos), Mata, Nocioni y Delía. Mucha juventud.

Croacia se hizo fuerte en una ráfaga de dos minutos y cerró el tercer parcial con una racha de 11-1, que lo dejó 75-63, con la mayor ventaja de todo el partido: 12 tantos.

Luis Scola llamó al equipo antes de entrar al último cuarto para una arenga. Y el estadio se levantó, después de estar enmudecido en el parcial anterior, con el cierre croata. Era lógico y entendible. Comenzó la estrategia de los triples y embocaron Safar y Campazzo, pero el rival juega y cambió triple por triple. Si a eso se le sumaba la cuarta falta de Scola, el panorama era complicado. Hubo un momento de remontada con una tapa de Nocioni a Tomic, 16 centímetros más alto que Chapu, un triple de Scola y un doble de Prigioni con asistencia de Campazzo (83-78). Pero todo era cuesta arriba.

Pudo haberse acercado más Argentina si hubiera entrado algún triple más de Campazzo, pero Croacia supo atacar ante un Scola en problemas de faltas y movió bien la pelota en el cierre. Un cierre que fue derrota argentina en el resultado. Porque perder así no duele. Tampoco reconforta. Pero al menos obliga a respetar a un equipo que se sigue ganando el respeto en el mundo deportivo internacional.

Fuente: Clarin.com