La violencia copó nuevamente las canchas – Se jugaban 22′ del primero cuando la parcialidad visitante comenzó con los disturbios, arrojando piedras y rompiendo lo que tenían a su paso. Hay dos hinchas locales heridos y también efectivos policiales. El partido iba 1 a 1. Una vez más la violencia opacó al deporte y se hizo tristemente protagonista.
En la tarde del domingo El Expreso y La Emilia completaban la segunda fecha del tornero liguista en el Gigante de la San Martín.
El partido se desarrollaba normalmente, a los 7′ Alejandro Togachisco había marcado el 1 a 0 de penal y más tarde a los 22′ Nicolás Picca lograba el empate.
El empate «Canario» fue el punto clave. De un minuto al otro el clima festivo de cancha pasó a ser agresivo y violento. La parcialidad visitante, que acababa de ingresar y se ubicó detrás del arco norte, comenzó con la bataola.
La «barra» de La Emilia, entre 40 y 50 inadaptados, arrojó proyectiles y a rompió lo que tenían a su paso, percheros y arcos que estaban cerca del buffet.
En ese instantes, un simpatizantes del «Verde», que juega en la quinta, fue alcanzado por una piedra debiendo ser antendidos. Recibió ocho puntos y fue trasladado a San Jorge para realizarse una tomografía. Además otra perdona sufrió lesiones mientras que efectivos policiales tambien padecieron el descontrol.
Matias Maidana, árbitro del partido paró, asertadamente el dasarrollo del partido y luego lo dio por suspendido a los 22′ del primer tiempo.
La policia, que no tuvo un acertado desempeño, logró llevar a los hincas visitante hacia su sector, pero cuando se percataron que el partido había finalizado se desplazaron hacia el otro pulmón y la gresca continuó.
Ahí según precisó el presidente de El Expreso, se llevaron elementos del buffet y dinero de las cajas.
El resto de los simpatizantes, tanto de La Emilia como los locales, se fueron del estadio de manera tranquila, seguramente amargados porque los violentos volvieron a ganar el partido.
Un acto totalmente reprochable y repudiable desde todo punto de vista. No es la primera vez que sucede y esto, a estas alturas debería controlarse.
Una vez más el fútbol se empañó por los hechos violentos de unos pocos. Esos pocos que todos conocemos y que siempre se salen con la suya.
