Nueva entrega del periodista Chacho Pron

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De la trilogía – Presentan el libro «Alicia», el segundo de la serie «Crónicas contra el olvido». Será en un acto público a realizarse en el auditorio del NAC El Trébol el viernes 21 a las 19. El segundo volumen de la serie Crónicas contra el olvido, del periodista Ruben Adalberto Pron será presentado el viernes 21 de este mes a las 19 en el auditorio del NAC El Trébol en el marco de los actos por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia que se conmemorará el lunes 24.

Este segundo libro –de los tres que conformarán la colección– está dedicado a retratar la vida y la actividad social y política de Alicia Raquel Burdisso, la militante del Partido Comunista secuestrada, asesinada y desaparecida en Tucumán en 1977 cuando contaba con 25 años de edad, estudiaba la carrera de Letras en la universidad nacional de esa provincia y se desempeñaba como periodista, dirigente sindical y presidenta de la filial provincial de la Unión de Mujeres de la Argentina.

El texto, acompañado de abundante y en algunos casos inédito material fotográfico, recorre la trayectoria de Alicia Burdisso desde su nacimiento e infancia y adolescencia en El Trébol y su radicación en San Miguel de Tucumán, donde estudió Periodismo e inició la carrera de Bioquímica que dejó inconclusa para volcarse a la de Letras, de la que cumplía el segundo año cuando fue desaparecida por la última dictadura cívico-militar el 21 de junio de 1977.

Ilustra además sobre el marco represivo y las atrocidades cometidas por los golpistas en el poder a partir del 24 de marzo de 1976 en la provincia que fue lugar de ensayo para la metodología que se aplicó luego en todo el país para llevar a cabo el genocidio que enlutó a la sociedad argentina y del que aún persisten secuelas y consecuencias a pesar del camino de reparación emprendido en los últimos años y la labor sin desmayo de los organismos defensores de los derechos humanos y el accionar de la Justicia.

En esta segunda entrega el libro estará acompañado por un CD en el que se reproduce del testimonio del sobreviviente que vio por última vez a Alicia en su lugar de cautiverio en dependencias de la Jefatura Central de Policía de San Miguel de Tucumán, grabado en la audiencia en que se abordó su caso durante el juicio denominado «Jefatura II – Arsenales II» que concluyó en diciembre de 2013 con la condena de catorce ex militares y ex policías relacionados con el secuestro y asesinato de Alicia.

El libro –titulado Alicia, como el anterior se había llamado Carlitos y Mary para recordar a Carlos Alberto Bosso y María Isabel Salinas, secuestrados y desaparecidos en Rosario también en 1977– será distribuido gratuitamente gracias al apoyo prestado a esta iniciativa editorial por la senadora provincial Cristina Berra y la Municipalidad de El Trébol.

Fragmentos del libro

El día inicial del otoño, ese junio de 1977, se había presentado gris y amenazante en San Miguel de Tucumán, tanto que Alicia salió rumbo al trabajo con un piloto gris y llevando un paraguas de nailon transparente. Vestía pantalón vaquero de jean y zapatillas.

Comenzaba una semana corta después del feriado de la jornada anterior por el Día de la Bandera.

Quince meses después del golpe de estado con que había sido derrocado el gobierno de María Estela Martínez de Perón e instaurada la más sangrienta de las dictaduras vividas en la Argentina desde que el abrupto desplazamiento de Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930 abriera el ciclo de las irrupciones militares en la vida institucional, Tucumán –que con la desvirtuación del Operativo Independencia había sido el ensayo criminal de lo que vendría a partir del 24 de marzo de 1976– era el peor de los infiernos.

A Liliana Valente, estudiante en aquellas épocas de la carrera de Profesorado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), donde Alicia cursaba la licenciatura en Letras, le cuesta encontrar las palabras para definir el clima de opresión y miedo que se había instalado en la provincia con el asalto de los militares y sus socios civiles a las estructuras de gobierno en lo que alguna vez había sido el plácido Jardín de la República.

«La dictadura fue difícil en todos lados, pero Tucumán era… era como otro mundo…», evoca, impotente para explicar la dimensión de lo indescriptible. «Allí no había ningún límite. Era terrible», suelta al fin, esforzándose en conjurar el horror de lo que pasaba a su alrededor treinta y cinco años atrás y que todavía despierta escalofríos a quienes vivieron aquellos días en aquel lugar.

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