La institución había sido denunciada por abusos

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Hallan los cuerpos de 55 niños en un antigua escuela-reformatorio de Florida – Antropólogos excavaron en el cementerio de la institución, que funcionó entre 1900 y 2011, y hallaron 24 cuerpos que no estaban registrados. Tres meses. Eso fue lo que tardó un equipo de investigadores en revelar el oscuro secreto de una vieja escuela-reformatorio que funcionó hasta 2011 en Florida, Estados Unidos. Tras realizar excavaciones en el cementerio del colegio, los antropólogos hallaron los restos de 55 niños. Muchas de esas muertes no figuraban en los registros de la institución, hecho que acrecienta las sospechas de abusos cometidos durante décadas en el lugar.

La escuela para varones Arthur G. Dozier de Marianna, Florida, funcionó entre 1900 y 2011, cuando fue clausurada. Cuando abrió sus puertas no había prisiones en ese estado. Por ello, allí iban a parar los chicos de entre 6 y 18 años con condenas por robo o lesiones. También los chicos con «problemas de conducta» que venían de otras instituciones y los huérfanos de la región.

Según se publica en el diario chileno La Tercera, las denuncias e investigaciones sobre los abusos que sufrían sus alumnos comenzaron apenas comenzado el siglo pasado. Ya en 1914 el gobierno estadounidense comprobó que los niños y jóvenes albergados en ese lugar -en su mayoría provenientes de familias muy pobres- eran víctimas de malos tratos y castigos brutales: eran alojados en condiciones infrahumanas, mal alimentados, encadenados y golpeados.

Los chicos negros lo pasaban aún peor que sus compañeros. A ellos los hacían trabajar en cultivos de madera, algodón y vegetales de la escuela, cuando no eran «cedidos» para que trabajaran por temporada como mano de obra esclava en granjas del pueblo.

Fueron las propias de muchos alumnos que fallecieron en el reformatorio los que comenzaron a denunciar lo que pasaba allí. No los familiares directos, sino sus descendientes. Uno de ellos es Glen Varnadoe, que demandó al estado para que le entregaran los restos de su tío, Thomas Varnadoe, quien murió en 1934, a los 13 años.

Thomas había llegado a la escuela de varones acusado del delito de «violación maliciosa de la propiedad privada». Su sobrino cuenta que tanto su tío como su papá habían entrado al patio de una casa lindera para jugar con la máquina de escribir que su vecina tenía en un galpón. Murió un mes de haber llegado al reformatorio. Según los registros, falleció de neumonía. «Es difícil creer que alguien pueda enfermarse de neumonía entre septiempre y octubre, en el clima del sur de Florida», dice su sobrino.

El caso de Thomas no es único. Los registros oficiales del reformatorio son incompletos, hay múltiples denuncias de desapariciones de alumnos y causas de muerte que no figuran o que nunca se aclararon.

Hasta el cierre de la escuela, en el cementerio del reformatorio sólo había 31 tumbas. Pero a raíz de las denuncias, un equipo de forenses realizó excavaciones en el lugar entre octubre y diciembre de 2013. Fue entonces cuando descubrieron otros 24 cuerpos enterrados en diferentes puntos del predio del colegio, sin identificar.

Pero hay más: los antropólogos creen que si siguen buscando, hallarán más cuerpos. Es que en la región hay denunciadas más de 80 desapariciones de chicos y jóvenes relacionados con el colegio.

«Cuando comenzamos a excavar, encontramos muchos más cuerpos de los que esperábamos. Al final, conseguimos restos de 55 niños. ¿Quiénes son los demás chicos? ¿Por qué nadie sabía de ellos? Durante los próximos dos meses nos dedicaremos a encontrar sus identidades, quiénes fueron y cómo murieron. Eran muy chiquitos, el más pequeño tenía 6 años», dice el profesor y antropólogo Christian Wells, uno de los investigadores que trabajó en el predio.

Fuente: Clarin.com

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