Cóctel mortal para maíz: baja precio, suben costos

Lo más leido

– La pronunciada caída de los precios del maíz a cosecha ajustó fuerte los márgenes, de por sí castigados por la suba de costos de producción y la inflexibilidad descendente de alquileres, indicó ayer el analista Guillermo Rossi, de la Bolsa de Comercio de Rosario. El panorama declinante de los mercados externos plantea fuertes interrogantes de cara al comienzo de los trabajos de implantación de maíz en la Argentina, lo que se producirá en primavera. «En el nuevo contexto, la viabilidad del cultivo de maíz en campos alquilados se redujo en forma notable, aunque conserva su atractivo para quienes producen en campo propio, fundamentalmente por cuestiones de sustentabilidad o diversificación», sostuvo el especialista.

Al realizar su análisis semanal de la evolución de commodities, Rossi explicó que los forwards de maíz con entrega en abril de 2014 fluctúan entre u$s 150 y u$s 155 por tonelada, con una caída superior al 20% respecto del año pasado.

«En parte por ello, la comercialización de maíz se encuentra mucho más atrasada. A principios de agosto de 2012, los exportadores ya habían adquirido más de 1,5 millón de toneladas, mientras que este año no hay prácticamente negocios. De hecho, todavía no comenzó la emisión de ROE Verde por 365 días para la 2013-2014», aclaró.

Los valores FOB para embarque en abril o mayo se encuentran en torno a u$s 200 la tonelada, con una prima positiva sobre el mercado de Chicago. «Esta última se ha fortalecido en las últimas semanas, reflejando los temores que generan las condiciones adversas para la siembra. Aquella cifra implica el pago de u$s 40 la tonelada en concepto de retenciones, que sumado a costos de fobbing por u$s 11 la tonelada conducen a un FAS teórico de u$s 155 la tonelada, incluso por debajo de los valores de mercado», advirtió. Para Rossi, una eventual mejora de las primas FOB podría expandir la capacidad de pago de los exportadores y motivar un despegue en la comercialización del cereal, a precios más atractivos para el productor». Este escenario podría surgir como consecuencia de las expectativas de menor área sembrada tanto en la Argentina como en Brasil.

«Ambos países cumplieron un rol fundamental en último año, cubriendo la caída en la participación de Estados Unidos», destacó el especialista.

La exportación ya adquirió 17,8 millones de toneladas de maíz y embarcó casi 14 millones, así el ritmo de trabajos en las terminales continúa muy activo, aunque la actividad es menor que durante los primeros meses de la campaña.

En tanto, el ingreso de camiones a las terminales portuarias continúa con un promedio de unas 1.400 unidades diarias, según se desprende de los reportes que todas las mañanas publican los entregadores.

«Se estima que la industria adquirió algo más de 3,5 millones de toneladas en los primeros cinco meses del ciclo de comercialización. Con estos números, el consumo interno se proyecta cercano a 9 millones de toneladas, apoyado en el crecimiento del sector avícola», dijo.

Este último sector representa cerca del 40% del consumo interno del cereal forrajero, mientras que el resto se divide entre la actividad porcina, la ganadería a campo y la molienda húmeda y seca.

Más artículos

 

Últimos artículos