En tiempos de márgenes acotados, buenas son las máquinas precisas

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– «Hoy nadie podría vender maquinaria en Argentina y en el mundo sin asistencia y automatismo electrónico; de allí lo estratégico del desarrollo y agregado de valor que otorga la agricultura de precisión (AP) a la maquinaria agrícola en general», aseguró Mario Bragachini, coordinador del proyecto Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas del Inta durante el 12ª Congreso Internacional de Agricultura de Precisión y Séptima Expo de Máquinas Precisas.

La adopción de la agricultura de precisión en la Argentina viene a buena marcha. De ser inexistente hace casi 20 años, ocho millones de los 33 millones de hectáreas que se implantan en la actualidad son manejados con esta tecnología.

Según Juan Pablo Vélez, técnico del Inta Manfredi y coordinador de un modulo de AP, el 23,6 por ciento del área recibe aplicaciones con herramientas de aplicación variable de insumos.

Se trata de una herramienta clave para maximizar los costos de los insumos y realizar una agricultura más amigable con el ambiente.

Según publicó La Voz del Interior, entre las novedades y tendencias mundiales en la tecnológica de AP que se vieron en la exposición en Manfredi y que apuntan a una agricultura más eficiente, se destacan: el corte por hilera en siembra.

«A qué productor le gusta gastar 400 dólares de más en un cultivo de maíz para que rinda menos, y aplicar dosis de fertilizantes para generar fitotoxicidad», se preguntó Bragachini durante su disertación al inicio de la primera reunión plenaria.

Para solucionar las superposiciones de nutrientes, el corte por sección en sembradoras, tanto para la aplicación de semillas como en pulverizadoras, para el suministro de agroquímicos, es una tecnología que ya está disponible.

«Actúa mediante un software específico que lo ordena y evita, así, la superposición», precisó el técnico.

Otra es la cosecha de maíz a diferentes distancias, una tendencia de corto plazo prevé sembrar el maíz a la misma distancia que la soja, auguró Bragachini. La cosecha será resuelta por cabezales equipados con nuevos puntones, más agudos y de bajo perfil, con sistema de cadenas que guían a las plantas.

«Permitirán cosecha el maíz a 35 o a 42 centímetros», destacó el especialista. Una empresa cordobesa ya trabaja en el desarrollo de un cabezal con esta tecnología; lo presentará la próxima semana en la Rural de Palermo, y es probable que largue al mercado unas 10 unidades en la nueva campaña.

Asimismo, el fertilizante líquido como arrancador en la línea dondee los técnicos en AP lo identifican como el próximo avance en la agricultura nacional.

Según Bragachini, el fertilizante sólido irá desapareciendo en las sembradoras y dará paso a los formulados líquidos, que ya están disponibles. «Es un arrancador líquido con dosis fija», adelantó.

Una bomba a pistón se encarga de que el líquido llegue a su lugar en el lote. También se puede usar para inocular.

Por último, sistema hidráulico de presión variable para sembradoras. Es la última tecnología disponible en los cuerpos de las sembradoras para hacer más eficiente la labor de implantación.

«Se pasó del resorte al pulmón neumático y ahora llegó el turno del sistema de amortiguación neumático, que permite modificar la carga y la presión del cuerpo», agregó Bragachini.

La empresa Baratero, ubicada en Almafuerte y fabricante de amortiguadores para automóviles de competición, desarrolló un sistema de amortiguación hidroneumático que fue probado por el Inta.

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