Con una participación mayor a la esperada

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Los iraníes acuden a las urnas para elegir presidente – Con largas colas en los centros electorales, votan quién será el sucesor de Ahmadinejad. Con una participación mayor a la esperada, los iraníes eligen hoy al nuevo presidente que, con poder limitado por la autoridad teocrática, intentará encausar una economía domestica deshecha por la inflación y la desocupación, y una aguda crisis con las potencias occidentales derivada de la inflexible posición en las negociaciones sobre el programa nuclear.

Hay largas filas de votantes esperando frente a los locales electorales, especialmente en los barrios del sur y del este de la capital, Teherán.

Los analistas habían pronosticado una baja participación, tras las acusaciones de fraude y la violenta represión de las protestas que siguieron a las elecciones de 2009.

El ministro del Interior, Mostafa Mohamad Nayar, anunció la ampliación del horario de votación, aunque no precisó hasta que hora se prolongará.

Más de 50 millones de iraníes mayores de 18 años, dos terceras partes de la población, están convocados a votar en los cerca de 67.000 centros electorales habilitados.

Con esta votación concluyen los dos períodos consecutivos de Mahmud Ahmadinejad, un nacionalista que utilizó la provocación como herramienta de choque, pero que no supo responder a la caótica situación interna desatada por las sanciones internacionales. Es el mismo mandatario que firmó con el gobierno argentino el acuerdo para juzgar a los responsables del atentado a la AMIA, buscando una «salida» sudamericana al aislacionismo internacional, cuando poco tiempo antes sostenía la inexistencia del Holocausto y la necesidad de borrar a Israel del mapa.

Ahora, cuatro años después del cuestionado triunfo de Ahmadinejad, todo parece indicar que los ultraconservadores se quedarán con el Ejecutivo. Entre ellos, los candidatos que más posibilidades tienen de triunfar son el jefe de los negociadores nucleares y hombre del poder religioso, Said Jalili, y el antiguo jefe de la diplomacia Alí Akbar Velayati. Más atrás se perfilan el alcalde de Teherán, Mohamad Bagher Qalibaf, y Mohsen Razai, ex comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria.

Velayati y Razai están imputados en la causa AMIA como autores ideológicos del atentado.

Los reformistas aspiran a tomarse una revancha de la derrota sufrida en 2009 y lograr una segunda vuelta, lo que ocurriría si el ganador no obtiene el 50 % de los votos. El principal postulante del sector es el reformista moderado Hassan Rohani, un clérigo shiíta con un largo historial revolucionario. Durante su campaña marcó diferencias con los conservadores, apelando a la moderación y la mejora en las relaciones exteriores. También está el islamista Mohamad Qarazi, que se presenta como una figura independiente.

La campaña terminó el jueves, pero ayer fue un día de gran actividad tanto para conservadores como reformistas, que salieron desesperadamente a intentar contrarrestar la convocatoria a boicotear los comicios. Muchos electores evalúan esa alternativa como forma de protesta contra la represión que viene sufriendo la disidencia y para mostrar su enojo por la falta de opciones en las urnas.

Fuentes: Clarín.com

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