Lo ordenó el juez Casanello.

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Allanaron la chacra, una estancia y un garaje de Báez –  Buscan probar si desde una propiedad del empresario kirchnerista se trasladaron documentación y dinero a otra. Además requisó autos de alta gama de una cochera. Los allanamientos simultáneos a tres propiedades del empresario Lázaro Báez marcaron la jornada de ayer en Río Gallegos. Las órdenes las había librado el juez federal de la Capital Sebastián Casanello, tal como adelantó ayer Clarín en exclusiva.

Las ejecutó la conjueza Andrea Askenazi que asumió el 24 de mayo por una votación de la mayoría K del Senado. Mientras tanto en Buenos Aires, Casanello inhibió los bienes del financista Federico Elaskar y del «valijero» Leonardo Fariña (Ver página 8) A la una de la tarde comenzó el primero de los allanamientos y el que más enojó al empresario kirchnerista. En la calle Güer Aike y avenida Asturias se encuentra un galpón propiedad de Austral Construcciones, donde se guarda autos de colección conocidos como «la flota negra». El valor total de los vehículos asciende a $ 2.127.000. Pero esa cotización se realizó sobre cinco vehículos, según lo que pudo observar Clarín que ingresó al Galpón había allí siete vehículos.

Tres gendarmes comenzaron golpear la puerta de acceso al galpón con una maza hasta lograr romperla frente a dos testigos. Cuando lograron sacar la puerta e ingresar al galpón se pudo observar un tablero de herramientas prolijamente colocado, cubiertas en el suelo y un taller en impecables condiciones. A los pocos minutos de iniciado el allanamiento se disparó la alarma del local y no transcurrió mucho tiempo hasta que llegó conduciendo su Hilux negra el propio Báez.

Molesto por la situación y acompañado de su abogado Juan Pablo Gregori, ingresó al galpón y pidió explicaciones a la Gendarmería. Dos Gol Trend color negro se estacionaron minutos después en frente al lugar que estaba siendo allanado, era la custodia personal de Báez. «No era necesario esto, yo puse todas mis instalaciones a disposición de la Justicia.

Fue un espectáculo innecesario «, indicó notoriamente enojado y calificó la situación como un «exceso». Luego volvió a ingresar al galpón todo el tiempo acompañado por su abogado y minutos después se retiraron del lugar. Gendarmería realizó el procedimiento hasta las 16:30 sin retirar nada del edificio. Personal de la fuerza explicó a Clarín que el trabajo que mayor tiempo demandó fue la requisa de todos los vehículos para identificarlos.

Cerca de las 14:30 comenzó el segundo allanamiento con la llegada de un Jeep de Gendarmería escoltado por un Citroen C5 color gris donde se trasladaba la jueza Askenazi. Un oficial descendió del Jeep con la orden de allanamiento en la mano y la presentó ante el responsable de la seguridad de la chacra. Esta vez el ingreso no fue por la fuerza como ocurrió en el galpón. Lázaro Báez y su abogado, Gregori habían llegado media hora antes a la chacra. Se abrieron los portones de color negro por los que el 22 de mayo la prensa recorrió su propiedad y él intentó desmentir la existencia de una bóveda que había denunciado la diputada Elisa Carrió. Dos horas después se retiró Gendarmería y la magistrada acompañada del secretario de Ejecución del Juzgado sin realizar declaraciones.

Paralelamente, en el Banco Santa Cruz se realizó ayer un segundo allanamiento que se sumó al del miércoles por la noche. Se trabajó en el sector de cajas de seguridad donde Báez tiene 14 cajas. Se les dio la orden al personal bancario que a las 13 se retiraran todos los clientes del edificio. Martín Báez según relató a Clarín personal del Banco estuvo presente. Durante la tarde también se informó, que la Estancia «Alquinta» ubicada a 85 Km de Río Gallegos camino a El Calafate, se realizó el tercer allanamiento ordenado por el juez Casanello, a pedido del fiscal Guillermo Marijuán.

Fuente: Clarín.com

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