El resultado le dio aire para acercarse a la clasificación

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Boca pisó firme y gritó en el Centenario – Pese a jugar con uno menos buena parte del partido por la expulsión de Pérez, le ganó 1-0 a Nacional con gol de Riquelme de penal. Los pantalones blancos y la camiseta tradicional despertaron la memoria de más de uno. Aquella final en Porto Alegre ante Gremio con un Riquelme brillante y los pantalones amarillos en la última conquista de Boca en el continente era un recuerdo que parecía traer buenos augurios. Es que Boca jugaba una final en Montevideo ante Nacional por la cuarta fecha del Grupo 1. El equipo de Bianchi necesitaba ganar.

El Virrey paró en el Centenario al mismo equipo que una semana atrás había perdido en la Bombonera por el solitario cabezazo de Scotti. Y aunque los apellidos eran los mismos la actitud fue diferente, desde el primer minuto. Partiendo de una base: Riquelme. El enganche parece haber tomado el ritmo necesario tras 8 meses de inactividad. Apenas un par de partidos y un puñado de entrenamientos le alcanzaron a Román para mostrarse rápido, atento y hábil para encontrar esos espacios que sólo él encuentra.

A los 4, el Burrito Martínez quedó de frente al arco, aunque su zurdazo encontró bien ubicado al arquero Bava y el grito quedó atragantado. Boca jugaba mejor ante un Nacional que casi sin obligaciones esperaba por una contra. El problema era cuando el local recuperaba la pelota y salía despedido en ataque. Ribaír Rodríguez como cinco, y Claudio Pérez como zaguero central derecho, sólo podían detener a los uruguayos con faltas. Y el equipo lo sentía. El Chiqui vio la amarilla apenas a los 12…

Boca empezaba a creer en la precisión de Riquelme y así a jugar a buscar la falta cerca del área rival. Un planchazo de Pablo Alvarez sobre Viatri le dio la primera gran posibilidad al diez. Román ejecutó el tiro libre por debajo de la barrera, contra el palo izquierdo, pero Bava reaccionó a tiempo y evitó el gol. En un partido áspero y trabado, el visitante parecía encontrar los caminos desde el pie derecho del enganche.

Sin embargo, en una contra aislada, Claudio Pérez llegó tarde al cierre y desacomodó a Albín cuando el uruguayo se relamía. El árbitro Paulo De Oliveira no dudó: penal y roja para Pérez. Iván Alonso tomó carrera y su zurdazo se fue por encima del travesaño. Respiró aliviado Bianchi y acomodó al equipo: Ribaír Rodríguez se paró de dos, Erviti al medio, el Burrito Martínez reforzó la banda izquierda y Clemente se adelantó para dar una mano en el medio. Así aguantó Boca y se ordenó tras el cimbronazo.

De a poco, Román empezó a poner la pelota debajo de su suela. Y a generar balones parados cerca del área rival. Burdisso metió un cabezazo certero tras un tiro de esquina de Román, pero otra vez apareció Bava. Y dos minutos más tarde, a los 42, un tiro libre de Riquelme desde la izquierda generó un agarrón de Scotti sobre Burdisso. Penal. Román la cruzó arriba, de derecha, para engañar al arquero y poner en ventaja a Boca. Otra vez Riquelme clavaba un derechazo con su sello, como aquella noche de 2007 en Porto Alegre.

Fue sistemático cómo retrocedió Boca y cómo avanzaba en el campo Nacional. Era de esperarse que con un hombre menos el equipo visitante cuidara la diferencia, mínima, que había conseguido en el primer tiempo. Y fue casi un monólogo del local, aunque sin sorpresa, sin creatividad. Por eso el entrenador Juan Carlos Blanco empezó a tirar a las figuras a la cancha: primero Recoba, después Vicente Sánchez y por último Abreu.

No sufrió Boca, hasta el final. Primero aguantó la pelota con Riquelme, Erviti, Viatri, Martínez y Erbes. Pero fueron cayendo soldados. Bianchi puso a Ledesma por el Burrito, después a Somoza por Erviti (se fue con una molestia en el aductor derecho) y por último Caruzzo por Román. Terminó Boca con una muralla para resguardar a Orion, y fue el arquero que último bastión para sostener el triunfo. Fue clave el arquero, primero cortando un centro de Christian Núñez que metía miedo y después para taparle el empate a Vicente Sánchez. Ganó Boca, el Boca de Bianchi en la Copa, como en otros tiempos de gloria y también de sufrimiento.

Fuente: Clarin.com

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