Ya se fueron más de 30 futbolistas, casi todos figuras de sus equipos, y aún sigue abierto el mercado de pases.

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El fútbol que se nos va – Además de la cantidad, pesa la calidad: sumando a Riquelme, son 10 los enganches que no veremos. «El fútbol argentino se emparejó para abajo. Y eso es culpa del dinero. Porque desde afuera compran a los futbolistas como un producto pero se llevan con ellos su talento, algo irremplazable, y nos dejan las canchas vacías de diversión». La frase pertenece a Diego Valeri, uno de aquellos rebeldes del buen juego que resisten en el país.

Y no se equivoca el hombre de Lanús. Porque el éxodo de futbolistas de cada mercado de pases abrió sus puertas y ya sumó a muchos apellidos de peso que no pisarán las canchas argentinas. Aunque más allá de lo cuantitativo, es en lo cualitativo en donde se empieza a vislumbrar un Torneo Inicial con menos luces que el último Clausura. Eso se desprende de una lista que pueden encabezar Giovanni Moreno o Patricio Rodríguez, que se llevaron de Avellaneda su fútbol para gambetear en otra parte.

Gio se fue lejos (pasó al Shanghai Shenhua de China) para olvidarse del mal trago que vivió con los barras bravas de Racing. Y el Patito voló hasta el Santos de Brasil para ver si junto a Neymar puede explotar sus virtudes. Uno acá nomás y otro bien allá. Pero los dos afuera del fútbol de la Argentina.

Lo mismo pasó con Juan Manuel Martínez, que pasó de Vélez al Corinthians. Del club de Liniers también partirá Augusto Fernández ( «Me voy a ir. No puedo decir dónde, pero me voy a ir porque lo necesito» , dijo) al mercado europeo y así el conjunto de Gareca se quedará sin hombres de Selección.

En River, la decisión de expulsar el fútbol la tomaron entre Matías Almeyda y Daniel Passarella. Conflictos al margen, la única certeza que queda es que Fernando Cavenaghi (jugará en Inglaterra) y Alejandro Domínguez (volvió al Valencia donde no lo tienen en cuenta) no estarán en el regreso del club a Primera.

De Boca emigraron Darío Cvitanich (regresó al Ajax de Holanda) y Pablo Mouche, goleador del equipo en el Clausura, transferido al Kayserispor de Turquía. Sin certezas sobre el futuro de Juan Román Riquelme, la última joya de Inferiores también se fue: Sergio Araujo pasó a la filial del Barcelona.

La reconstrucción de San Lorenzo se llevó el buen pie de Néstor Ortigoza al Emirates Club, los goles de Carlos Bueno al Querétaro de México y los de Juan Manuel Salgueiro a Olimpia de Paraguay.

El Racing de Luis Zubeldía, en tanto, se construye sin el fútbol de Lucas Castro (fue vendido al Catania de Italia), se fue Claudio Yacob a Inglaterra y se prescindió de Teófilo Gutiérrez, tan conflictivo como goleador con clase.

«El puesto de enganche se murió. Yo hace tiempo que no juego de diez y si los técnicos de las Inferiores ven un pibe que maneja bien la pelota lo ponen como carrilero». El lamento de Leandro Romagnoli se entiende. El es, quizá, el último enganche que quedó en el país. Porque los amagues de Diego Cachete Morales ahora habrá que seguirlos por Internet ya que dejó Tigre y partió hacia Dubai para jugar en el Al-Ahlí. El pie zurdo de Facundo Coria (sin lugar en Estudiantes) se moverá con la camiseta de Colo Colo y las ideas de Tomás Costa para jugar a la pelota se fueron a la Universidad Católica de Chile. Todo esto mientras Leandro Gracián (quedó libre en Colón) se busca club y Juan Neira se lleva su desfachatez al Valladolid. La ecuación es simple. Se fueron 10 enganches y no llegó ninguno. Lo que es igual a una fuga de talentos.

Las redes también extrañarán a quienes las acariciaron en el último semestre. Carlos El Chino Luna, goleador del Clausura, regresó a Liga de Quito pero todavía no sabe si jugará allí. Mariano Pavone cambió Lanús por Cruz Azul, Mauro Boselli dejó Estudiantes y volverá a probar suerte en el Wigan inglés. Facundo Parra, en tanto, jugará en el Atalanta de Italia y Esteban Fuertes se retiró de la actividad. La caída en la bolsa de valores del gol también tocó las acciones del Ascenso: Paulo Dybala concretó su salida al Palermo de Italia.

Sin enganches ni goleadores de peso, tampoco se verá a Enzo Pérez (volvió a Benfica), Patricio Toranzo (no seguirá en Racing) o al Maestrico González (se fue de River y jugará en Deportivo Táchira de Venezuela), entre otros apellidos de paladar. Y si a eso se le suma que Juan Sebastián Verón se sacó la camiseta de Estudiantes para siempre …

Para quienes encuentran jerarquía en la defensa y disfrutan de su orden, también hay. El adiós de Gabriel Milito marcó el rumbo. Porque de Independiente se fue Julián Velázquez al Genoa y allí jugará con Matías Martínez, ex Racing. En Atalanta estará Carlos Matheu, en Spartak de Moscú Juan Manuel Insaurralde y en Fiorentina, Facundo Roncaglia. El Coritiba de Brasil importó a Sergio Escudero y Newell´s despidió a Hernán Pellerano, que regresó al Almería. ¿Y un arquero? Mariano Andújar, hombre de la Selección, volvió al Catania de Italia.

Todos estos se fueron ya. Y queda un mes para que en Europa cierren la puerta. Esa por la que entran los mejores de nuestro fútbol. Esa por la que se va el talento. Y la diversión, como dice Diego Valeri.

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