El caso que sacudió a la ciudad – Se trata de Marcos Brochero. Los fines de semana se pasea por su Cañada Rosquín natal. En junio de 2010, la Cámara de Sentencia había dictaminado que Gisela Córdoba debía cumplir 20 años de prisión, 8 años Marcos Brochero y 7 años Juan Huck.
La justicia lo dictaminó por el asesinato de Alberto José Burdisso en el mes de junio de 2008 en El Trébol.
Huck, de 70 años de edad fue condenado por homicidio simple, mientras que Córdoba y Brochero fueron sentenciados bajo la carátula de premeditación y alevosía.
El mayor de los sentenciados, Juan Huck finalmente llegó a El Trébol en febrero de 2011 y cumple una prisión domiciliaria beneficiado por su edad y por problemas de salud.
Ahora también Marcos Brochero goza de los beneficios de la justicia argentina. Brochero está con libertad transitoria y los fines de semana se pasea por la localidad de Cañada Rosquín, de donde es oriundo.
Sólo Gisela Córdoba, de 20 años de prisión, permanece tras las rejas sin ver el sol.
«Nosotros policialmente no fuimos notificados de nada», señaló a El Trébol Digital José Luis Velazquez, Comisario y Sub Jefe de la Unidad regional XVIII con asiento en Sastre. Y agregó: «De todas maneras hace cuatro años que está encerrado y al cumplir la mitad de la condena, es hasta probable que consiga la libertad condicional. A nosotros nos han puesto al tanto de que ya lo ven los fines de semana en Cañada Roquín».
El crimen
Alberto Burdisso fue arrojado en un pozo de una tapera con vida, cuando fue llevado engañado por Marcos Brochero, Gisela Córdoba y Juan Huck a «juntar leña» a una campo ubicado 8 kilómetros al este de El Trébol. Un brocal le fue derrumbado sobre su humanidad de Burdisso cuando aún estaba con vida. Según los estudios realizados al cuerpo, Burdisso, falleció días después por asfixia.
El motivo del asesinato era netamente económico, ya que estaba en juego una vivienda y pertenencias de la víctima, que mantenía alguna relación amorosa con Córdoba.
El día que encontraron a Burdisso
El 20 de junio de 2008, promediando las 10, el cuerpo de zapadores de Bomberos Voluntarios de El Trébol tras intensas búsquedas halló un cuerpo en la profundidad de un aljibe abandonado.
El hecho se produjo en un campo ubicado a 8 km de la ciudad de El Trébol donde existe una vieja tapera abandonada con dos antiguos aljibes. El cuerpo apareció debajo de muchos escombros y chapas. La Policía trabajó en el lugar y realizó los peritajes. Al mediodía llegó el juez Eladio García, y se procedió a la extracción del cuerpo que luego fue trasladado a la ciudad de Santa Fe para la necropcia correspondiente.
El Dr. Jorge Gómez, en ese entonces Jefe Principal de la Unidad Regional XVIII con asiento en Sastre, comentó ese viernes por la noche que el cadáver aparecido en zona rural «fue remitido al Instituto Médico Legal para establecer su identidad y el motivo de su deceso».
«Nosotros tenemos datos que nos dicen que podría ser Alberto Burdisso», había podido asegurar el Jefe de la UR XVIII en base a que «hubo reconocimientos que están plasmados en las actas y los expedientes».
Consultado por la prensa sobre si era verdad que el cuerpo hallado -en avanzado estado de descomposición- tiene una cicatriz en el torso, similar a la que tenía Burdisso, Gómez confirmó que «es cierto que el cuerpo tiene una gran cicatriz, importante como esa.»
Además, se pudo saber también que el cadáver contaba con otras heridas y golpes en el cuerpo que ayudarán a los médicos forenses a definir las causas del deceso
Posteriormente, el titular de esta Unidad Regional relató que se pudo dar con este cuerpo por un hombre -presuntamente un cazador- que «sintió olores y dio conocimiento a la policía».
En horas de la tarde se habían realizado varias detenciones que podrían estar vinculadas con este hecho. Se trató de nueve personas que fueron detenidas como sospechosos de haberle dado muerte a Burdisso, entre ellas Córdoba, Brochero y Huck. Además, Gómez aseguró que una decena de personas habían sido citadas a declarar en la Comisaría IV de la ciudad de El Trébol.
Horas antes
La novedad se produjo en una finca donde desde bomberos y policías realizaban intensos trabajos de búsqueda. Los servidores habían estado en una vivienda de calle Libertad a escasos metros de la Cooperativa Agrícola Ganadera y el trabajo terminó después de las cuatro de la tarde en campos aledaños.
Esta vez, los vecinos de la ciudad de El Trébol se mostraron sorprendidos ante el despliegue de efectivos que patrullaron la ciudad. Unidades especiales en criminología de la ciudad de Rosario, Sastre y Santa Fe, con perros adiestrados, realizaron diversos operativos acompañados de un cuerpo de seis zapadores de Bomberos Voluntarios de El Trébol.
Los trabajos fueron diagramados y llevados adelante en un domicilio de avenida Libertad, en la propia casa de Burdisso, en calle Corrientes al 400, y en campos aledaños a la ciudad de El Trébol. Allí se secuestraron elementos, se excavó donde los perros podían dar alguna señal y se tomaron decenas de nuevas declaraciones a vecinos y gente que tuvo o tenía algún tipo de contacto con el ciudadano de 60 años.
Era Burdisso
Según fuentes confiables el cuerpo encontrado en el fondo del aljibe era identificado por sus conocidos como el de Alberto Burdisso. Los testigos detallaron que el cuerpo tenía una cicatríz en el abdomen que sería igual a la del hombre que buscan, aunque el cuerpo presenta varios días de descomposición. Todavía faltaba la confirmación policial que se realizará luego de la autopsia y terminó finalmente de asegurar la identidad del fallecido.
El trabajo de los Bomberos de El Trébol
El Jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios de El Trébol, Raúl Dominio, fue quien estuvo al frente del agotador rastrillaje que terminó rindiendo los frutos en la mañana del viernes.
«Vinimos en la noche del jueves con personal policial hasta esa tapera», había dicho Dominio y agregó: » Había rastros y todo hacía indicar que podía haber algo. Es un lugar desagradable aún de día, muy peligroso, y de noche no se podía seguir con la búsqueda», contó en ese entonces Dominio.
Ya este viernes, «vinimos con 18 bomberos y trabajamos a unos 10 metros de profundidad, con trípode y aparejos para extraer el cuerpo», manifestó Dominio, quien destacó el profesionalismo con el que se desempeñaron «del primero hasta el último» de los bomberos involucrados en la tarea