Insólito hecho en la parroquia – Fue en las comuniones del pasado sábado. Se fue sin dar la bendición final. Pidió disculpas en la misa del domingo. Y un día el cura se enojó. Y pasó a ser el comentario del pueblo.
El hecho, casi insólito, pasó en la misa de las comuniones el pasado 30 de marzo.
Con la iglesia abarrotada y ante la presencia de los chicos que tomaban su primera comunión, el Padre Fabián, de la ciudad de El Trébol, antes de la bendición final, se ofuscó por el ruido y el desorden que había en la iglesia, y se retiró sin culminar la ceremonia.
El episodio fue casi sobre el final de la misa donde más de 150 chicos tomaban su primera comunión en la parroquia San Lorenzo Mártir. En un momento, tras tomar la comunión los chicos, el padre ordenó que cada grupo se formara frente al altar con su catequista para tomarse la foto. Claro está que en estos tiempos digitales, no sólo se agolpó ante el grupo el fotógrafo del pueblo, sino que cada padre, hermano, abuelo, tío, hermano o familiar de los chicos sacó a relucir su cámara digital o su celular y quiso tomar una instantánea del histórico momento.
Fue obvio el desorden y también era obvio que no se iba a poder volver al silencio tan rápidamente. El padre, viendo semejante revuelo, se ofuscó y abandonó la iglesia.
Disculpas del domingo
En la misa del domingo, el Padre Fabián, que hace sólo dos meses que está en esta ciudad, pidió disculpas públicamente por lo sucedido. «Fue la gota que colmó el vaso de toda una semana», señaló en la ceremonia dominical.
Desorden y mala educación
Como nunca, la misa de las comuniones del sábado, estuvo repleta de hechos insólitos y fuera de lugar. Desde «pequeñas» de 12 años mandándose sms (mensajes de texto) con sus celulares dentro del templo, hasta padres y familiares que se reencontraban para lo que iba a ser la fiesta post comuniones y como si estuvieran en la plaza se ponían a charlar de sus vidas.
Lamentablemente, la misa del pasado sábado en la ciudad de El Trébol, se asemejó más a una reunión social que a una ceremonia religiosa.
Por supuesto que al día siguiente, el comentario en la ciudad fue el proceder del Padre Fabián. Pero como a todos nos gusta mirar siempre para el otro lado, no mencionamos que mandamos a nuestros hijos con celulares a la iglesia ni que de la misa no escuchamos absolutamente nada, porque nos dedicamos a charlar con un pariente o un amigo que hace mucho que no nos veíamos.
