Será juzgado por el llamado caso Ruby, la joven marroquí que habría participado de fiestas en la residencia del premier italiano cuando era menor de edad.

Berlusconi, a juicio acusado de prostitución de menores y abuso de poder – El proceso se llevará a cabo en abril en un tribunal de Milán. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, deberá comparecer el 6 de abril ante un tribunal de Milán acusado de prostituir a una menor y abusar de su poder, lo que podría significar el golpe final a su carrera política de 17 años que ha dominado la vida italiana. Las mujeres están cada vez más presentes en los vaivenes del jefe del gobierno. Una mujer, la juez Cristina Di Censo dispuso hoy el proceso penal «inmediato por las pruebas evidentes» acumuladas por los fiscales. Y otras tres mujeres serán los integrantes del tribunal que deberá condenarlo o absolverlo.

Cientos de miles de mujeres se movilizaron el domingo en toda Italia reclamando la dimisión de il Cavaliere, acusado de escándalos sexuales en sus lujosas residencias, el último de los cuales ha tenido por escenario la villa San Martino de Arcore, un suburbio de Milán. Allí tuvieron lugar las festicholas que incluían el Bunga Bunga, de índole sexual. Los fiscales de Milán sostienen que entre febrero y mayo el primer ministro italiano mantuvo relaciones sexuales pagadas con la marroquí Ruby Robacorazones, entonces de sólo 17 años, un «gato» de la noche milanesa.

Los magistrados sostienen tener pruebas aplastantes de esta relación «non sancta». En la noche del 27 de mayo y la madrugada del 28, Karima el Marugh, así se llama Ruby, fue detenida en la jefatura de policía de Milán, acusada por una prostituta brasileña de haberle robado un reloj lujoso y tres mil euros. Berlusconi llamó a los responsables policiales y les dijo que Ruby era parienta del presidente egipcio Hosni Mubarak, una mentira, presionándolos para que la «confiaran» a su amiga Nicole Minetti, parlamentaria regional de la Lombardía.

Los policías lo hicieron pero levantaron actas de todo. La decisión de soltar a Ruby contradijo la disposición de una juez de menores que ordenó internarla en una comunidad especializada.

Según los magistrados, estos hechos configuran el segundo delito del que acusan a Berlusconi: la concusión, o abuso de los poderes de jefe del Ejecutivo italiano, castigado con una pena de hasta diez años de cárcel.

Berlusconi está comprometido ya con otros tres procesos penales ante los tribunales de Milán y, después que la Corte Constitucional anuló hace poco el automatismo que utilizaba el premier de no presentarse con un simple aviso, il Cavaliere ha sido llamado a comparecer en las aulas judiciales a fines de este mes y en marzo en los tres procesos.

Los fiscales eligieron el rito del proceso rápido porque consideran innecesarias las audiencias preliminares de los juicios penales comunes, al haber acumulado «plenas pruebas» de la culpabilidad de Berlusconi.

Al Parlamento, del cual como diputado Berlusconi forma parte, fueron enviadas más de 500 páginas por los jueces, con interceptaciones telefónicas, investigaciones policiales y muchas otras pruebas. La Cámara de Diputados rechazó el pedido de allanar las oficinas del contable de Berlusconi y afirmó que la jurisdicción recae sobre el Tribunal de Ministros.

Pero hoy, la juez Di Cenzo despejó dudas e incógnitas, ordenando el proceso inmediato y aceptar la tesis de los fiscales de que las «pruebas evidentes» de los delitos» han sido acumuladas en las centenares de páginas que le mandaron los magistrados.

La decisión de la magistrada Di Cenzo declaró también competente a la fiscalía de Milán, contra la tesis de la defensa de Berlusconi, que alegó que la jurisdicción correspondía al tribunal de Monza.

Tanto la marroquí Ruby como los tres policías que hablaron con Berlusconi en la noche del 27-28 de mayo son consideradas «partes damnificadas» por la magistrada.

Si las tres jueces que forman el tribunal consideran culpable en primera instancia al primer ministro italiano, tienen a su disposición un artículo que castiga la prostitución de menores con una pena de 6 meses a tres años de reclusión. Por abuso de poder, la pena es entre 4 y 12 años cárcel.

La parlamentaria regional Nicole Minetti, el director del telediario de Red 4, uno de los canales nacionales de Berlusconi, Emilio Fede, y el conversado productor Lele Mora, a punto de sufrir una bancarrota millonaria, serán procesados aparte, sin el juicio rápido, por organizar una red de prostitución de chicas jóvenes –algunas prostitutas, otras estrellitas de la televisión y el espectáculo—para animar las noches con Bunga-Bunga de il Cavaliere.

Berlusconi rechaza indignado todas las acusaciones y sostiene que es víctima de una conspiración combinada de los comunistas, la magistratura y los medios de comunicación, a fin de tumbarlo del poder. Ruby -que en una interceptación telefónica afirmó que le pedía 5 millones de euros a Berlusconi para cerrar la boca- desmiente haber tenido relaciones sexuales con il Cavaliere aunque admite que el jefe del gobierno le regaló 7000 euros. Dice también que engañó a Berlusconi diciéndole que era pariente de Mubarak y que era mayor de edad.

Pero los magistrados afilan las espadas judiciales y se disponen a mostrar las pruebas en lo que será el proceso de este siglo que comienza en Italia.

Fuente: Clarín.com