Más allá de un bajón en el tercer set, fue muy superior a México y se impuso 3-1 (25-12, 25-19, 17-25 y 25-15).

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Argentina ganó, pasó de ronda y buscará el primer lugar del grupo – Llegó así a su segundo triunfo en el Mundial de voley. Mañana, ante EE.UU. Cuando Conte se elevó, remató, la pelota pegó en al bloque mexicanoy salió, explotó el estadio PalaCalafiore de Reggio Calabria, donde Argentina fue local. Pero también hubo desahogo en Weber, en los jugadores. Porque la Selección mostró, nuevamente, un buen nivel y se metió en la segunda fase. Fue 3-1 con parciales de 25-12, 25-19, 17-25 y 25-15, tras una hora y 34 minutos de juego. Mañana, ante Estados Unidos, el equipo argentino cerrará su participación en el Grupo D, que lo tiene como líder.

Mucha paridad en el arranque con puntos largo. Porque Argentina atacó sin tregua pero los mexicanos defendieron cada punto como leones. Y el partido se empezó a destrabar a partir de las dos bombas que clavó Fede Pereyra para el 11-9. México pidió el time-out y fue peor. Porque en el reingreso fue el equipo de Weber el que mejor se acomodó. Y lentamente la diferencia se fue estirando. Y los puntos llegaron en serie. El marcador (19-10) reflejaba la superioridad argentina. El partido ya no era el mismo del principio. El bloqueo argentino aportó los tres últimos puntos para cerrar un cómodo 25-12.

Argentina mantuvo la sintonía. No aflojó ni un poquito. Cuando los mexicanos se despertaron ya estaban 6-1 abajo por un tremendo ace de De Cecco. Conte, en un nivel superlativo, mostró su categoría otra vez y Fede Pereyra volvió a mostrar sus credenciales. El saque continuó como un arma letal y el ataque nunca se tomo un respiro. Scholtis, desde el banco, también se sumó a la fiesta. Entró y facturó por duplicado. El punto 25 llegó después de un servicio largo de Córdova.

Parecía que estaba todo definido. Que la victoria ya estaba en las manos. Pero el equipo argentino entró desenchufado y cayó en un pozo. Tanto que con el 0-4 Weber pidió tiempo. Y con el 0-6 hizo ingresar a Ocampo por el capitán Quiroga y luego a Uriarte, debut mundialista, por De Cecco. Un remate de Conte rompió la hegemonía mexicana. Fue el 1-8. Y fue, además, la brisa de esperanza. Porque la Selección comenzó a levantar vuelo. Y mucho tuvo que ver Giustiniano, en su bautismo mundial. Entró derecho y terminó como goleador con 5 puntos. Pero fue imposible achicar distancias. El mexicano Guerra estaba con la mano caliente y cada vez que Argentina crecía, el receptor mataba la ilusión. Fue 17-25 y volver a empezar. Lo único positivo fue que los jugadores que ingresaron respondieron. Mostraron que el equipo tiene recambio.

Conte se cargó el equipo al hombro en el inicio del cuarto set. El subcapitán anotó cuatro de los cinco puntos y todo fue parejo. «Vamos», gritó Weber desde un costado. Y el equipo reaccionó. Martín Blanco Costa metió un ace y a partir de entonces, el equipo se pareció mucho al de los dos primeros sets. Solé fue una máquina de bloquear y Argentina volvió a su verdadero nival. Hasta que llegó ese punto 24 y aquel remate de Conte. 25-15 y clasificación en el bolsillo.

Otro triunfo argentino para alimentar la esperanza. El equipo volvió a mostrar talento y salió airoso del momento irregular que sufrió en el cuarto set. Ya habrá tiempo para revisar los errores cometidos. Ahora es el momento de disfrutar del presente de unos chicos que tienen mucho futuro.

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