Entre el asombro y la contundencia de la belleza latinoamericana

Conmovedor – Se llevó a cabo la gala del Festival internacional de Folklore. El Trébol fue Sede y colmó el Teatro Cervantes. El Ballet El Trébol es distinto y se nota. A la hora de actuar o hasta de organizar. A la hora de imponer y a la hora de acostumbrar.

Porque a las 21 hs. en punto se apagaron las luces del Cervantes y la gala empezó puntual. Porque se respetó al 80% del público que fue puntual. Porque habría que aprender de un ballet que tiene roce internacional y que asiste a lugares donde las 21 hs. son las 21 hs.

Porque la primera impresión es la que cuenta. Y la primera impresión fue la del ballet El Trébol haciendo «Tango.ar», maravilloso, ciudadano, arrabalero, distinguido, sobrio, sutil y brillante.

Se llevó el primer aplauso el ballet, y lo tuvo bien merecido.

«Esto es CIOFF Argentina 2010», dijo Graciela Pons tras el Ballet y llegó el vendaval azteca. Con el Ballet Oficial del Estado de Hidalgo, México, comenzó un sinfín de cuadros con ritmos de Jalisco, Chihuahua, Veracruz y las nostálgicas «Adelitas» en los bailes de la revolución.

México desplegó un mapa íntegro de su país, región por región y fue despedido con aplausos de pie por parte de las 500 almas que poblaron el teatro.

El turno del ritmo colombiano

Cuando el público aún no se reponía de la magia mexicana, llegó Colombia con sus vientos, sus percusiones y su maquinaria poderosa e inagotable. Colores, bailes y cantos típicos y un ritmo que iba in crescendo hasta la locura.

Por momentos, quien escribe, pensó que algo iba a estallar. El desenfreno, los cantos y los golpes de tambor matizaron con la dulzura de flautas y saxos de los músicos de la Universidad Industrial de Santander. «Colombia, país de regiones…», disparó su director Cristian Quijano Martínez y otra vez el Cervantes se vino abajo. Llegaron «Pasillo fiestero», Bullerengue» y «Golpe al tambor» para sacudir la entrañable cultura piamontesa. La gente se miraba y no podía creer lo que se mostraba sobre y bajo el escenario.

La despedida fue entre la gente, con un teatro empachado de música y alegría. La que un pueblo latinoamericano con sus venas abiertas suele dar.

Balance final

«Estamos felices como artistas, como CIOFF Argentina y como ciudadanos. Sabemos que cuando convocamos se llena el teatro y México y Colombia nos han llenado el corazón», dijo una Graciela Pons muy satisfecha y visiblemente agotada. La Directora del Ballet El Trébol agregó: «La satisfacción es total. Es bueno hablar de folklore y mostrar este ruido del alma, sin artificios y cosas raras».

Pôr su parte, Daiana Yakier, del CIOFF Argentina manifestó a este medio: «Vengo acompañado a las delegaciones desde el 7 de septiembre por toda Argentina. Estuvimos en Córdoba y en las sierras. También nos acompañan Brasil, Paraguay y Venezuela que están por otros lugares. El Trébol me pareció sensacional. Fue fantástico y nos sentimos contentos porque los ballets ganaron el público que es lo más difícil».