Fueron ovacionados por una multitud en el aeropuerto de Barajas.

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Llegaron los campeones y España es una fiesta – Luego visitaron a los reyes y al jefe de Gobierno, Rodríguez Zapatero y recorrieron las calles de Madrid en un micro descapotable. Miles de personas esperaban ansiosas la llegada del Airbus A-340/60 de Iberia que venía de Johannesburgo. Es que en ese vuelo estaban los flamantes campeones del mundo. Por eso la explosión de la multitud en el aeropuerto de Barajas a las 14.38, cuando el avión aterrizó en Madrid. Y veinticinco minutos más tarde, llegó el momento más esperado: se abrió la puerta y apareció en escena el capitán de la Roja, Iker Casillas, con la copa en la mano. Comenzaba, entonces, la gran fiesta española.

Después que el héroe Casillas ofrendara el trofeo a los hinchas, surgió con un traje impecable el hacedor de este maravilloso equipo, Vicente Del Bosque. El DT se asomó, levantó la copa, la besó y recibió otra lluvia de aplausos. Después desfilaron los futbolistas. Uno por uno. Saludando con una mano a los fanáticos que los esperaban. «Bienvenidos a un país más feliz», decía uno de los carteles.

Casi no hubo tiempo para el descanso. El plantel se trasladó a un hotel cercano. Luego, sí, fue el momento de comenzar la fiesta. La primera parada fue en el Palacio Real. «Gracias por hacer realidad los mejores sueños. Por la deportividad, nobleza, buen juego y trabajo en equipo», dijo el rey Juan Carlos en una recepción en la que también participaron la Reina, los Príncipes y la Infanta Elena. También estuvieron presentes las hijas de los Príncipes, Leonor y Sofía, vestidas con la camiseta de la selección y que han podido tocar la copa. Los jugadores, vestidos con camiseta roja y pantalón deportivo azul, le reglaron al Rey la camiseta autografiada de la Roja.

El periplo festivo de la Furia continuó con el encuentro con el jefe de Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien saludó uno a uno a los jugadores y se dio el gusto de caminar unos pasos, entre la multitud, con la Copa entre sus manos en las afueras del Palacio de La Moncloa. Es más: hasta se animó a saltar, aunque brevemente, con los jugadores. Se trató además del primer contacto cara a cara de los campeones del mundo con el público en las calles.

Tras el saludo, todos subieron a un escenario decorado de color rojo y con la leyenta «¡Felicidades campeones!». El primero en recibir una ovación fue el arquero Casillas, cuyo nombre, Iker, fue coreado una y otra vez, al igual que el «Vicente» del DT Del Bosque. «Muchísimas gracias por recibirnos, se lo dedico a todos, y especialmente a la familia del fútbol español, del club más pequeño al club más grande», dijo el veterano técnico.

«Deseo felicitar a los 23 jugadores y el cuerpo técnico. Esta es su victoria, pero detrás han tenido la fuerza de toda España. Esta Copa la han ganado ellos, pero es de todos los españoles y de todos los jugadores, de todas las generaciones, que también lo intentaron», afirmó Zapatero, quien recordó el paso de Fernando Hierro por la selección española. El jefe de Gobierno se llevó de recuerdo una camiseta firmada por todos los jugadores.

Más tarde, la delegación que hizo historia en Sudáfrica hizo un recorrido de cinco kilómetros en un micro descapotable. Alrededor de un millón de personas con los colores rojo y amarillo de la bandera saludaron a sus héroes a lo largo del trayecto en Madrid. Y la fiesta no termina. David Bisbal cantó llegada la noche y la gente siguió celebrando.

Clarín.com

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