Aunque Washington dijo que la tasa de desocupación bajó, en verdad se destruyeron más de 120.000 puestos en junio.

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Los malos datos sobre el empleo complican la gestión de Obama – El presidente admitió que la recuperación «no va lo bastante rápido para muchos estadounidenses; tampoco para mí». Una jornada rara para la economía y las inversiones en Estados Unidos. Por un lado, el gobierno informó que la tasa de desempleo bajó de 9,7% en mayo a 9,5% en junio. Y otra buena noticia, el sector privado, según la jefa del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Christina Romer, contrató este último mes 3.000 personas más que en el anterior.

Sin embargo, los mercados -que siguen atentos cada dato y suben o bajan en función de indicadores como éstos, que revelan la salud de la economía- reaccionaron mal porque la misma información oficial incluía otras estadísticas no tan buenas .

Ante los datos de Trabajo, menos entusiastas a los esperados por los analistas, el propio presidente Barack Obama subrayó que no se daba por satisfecho.

«Vamos en la dirección correcta, pero no lo hacemos lo bastante rápido para muchos estadounidenses (…) ni tampoco para mí», dijo en unas breves declaraciones tras conocerse las cifras mensuales de desempleo. Por ejemplo, pese a que la tasa global de desocupación bajó, el número absoluto de puestos de trabajo sufrió una pérdida, junio contra mayo, de 125.000 .

Algunos factores explican esa aparente contradicción, básicamente dos.

Por un lado, el gobierno hizo un censo nacional y para ello firmó contratos laborales temporales con miles de personas. Pero la tarea terminó, y junto con ella los contratos y los puestos de los encuestadores.

Por otro, y como sucede en muchos países con problemas de desocupación, mucha gente deja de buscar trabajo cuando pasa el tiempo y no encuentra, ya sea por desaliento o hasta por falta de dinero para encarar esa tarea, como gastos para transporte u otros que lleva la búsqueda.

Así, muchas veces el recuento del gobierno sobre la tasa de desocupación da que hay menos desempleados, cuando la verdad es que mucha gente ya no dice que está buscando trabajo -casilla que caería dentro de la condición de desempleado- sencillamente porque dejó de hacerlo. Es decir, hay un mercado laboral más pequeño sobre el cual se hace el cálculo.

En este marco, la Bolsa de Nueva York, un termómetro de la situación, operó a la baja toda la rueda y al final cerró un poco la brecha pero igual terminó con una pérdida de su índice promedio principal, el Dow Jones, de 0,5%.

En toda la semana, el Dow bajó 4,5% .

«Seguimos luchando contra los vientos contrarios» de la recesión y «todavía queda mucho por hacer para reparar la economía», advirtió el presidente.

En tal sentido, Obama anunció que los Departamentos de Comercio y de Agricultura han dado luz verde a 66 nuevos proyectos en el país para expandir la banda ancha de Internet que, señaló, crearán 5.000 nuevos puestos de trabajo .

Desde enero, la economía de EE.UU. creó 593.000 nuevos puestos de trabajo. Pero todavía el sector privado está a 7,5 millones de empleos de distancia de las cifras pre-crisis y la tasa de desempleo está más de cinco puntos porcentuales por encima de la cifra más baja anterior a la recesión, destacó el informe oficial del gobierno.

Esta semana, el Conference Board (CB, instituto del sector privado), dijo que la confianza del consumidor en EE.UU. cayó inesperadamente de 62,7 puntos en mayo a 52,9 puntos en junio tras tres meses consecutivos de incrementos.

Lynn Franco, del CB, explicó que la «creciente incertidumbre con respecto al futuro estado de la economía y del mercado laboral -sin duda resultado de la reciente ralentización de la creación de empleos- es uno de los motivos más importantes para el considerable desplome de la confianza».

Volviendo a la tasa de desempleo, como siempre fue superior al promedio la de hispanos (12,4%) y afroamericanos (15,4%) .

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