Soja: “La parte que no fue afectada por el agua está muy buena”

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Sin lugar a dudas se trata de un año atípico, con abundantes lluvias que hace que el exceso hídrico genere complicaciones, sobre todo en la soja. El maíz se encuentra en muy estado y sólo resta esperar que las condiciones climáticas acompañen a la hora de su recolección.

Retomando el estado de la soja, tanto de primera como de segunda, el desarrollo es bueno, con la salvedad de los lugares donde el agua causó estragos. Existen lotes donde la acumulación de agua permaneció el tiempo suficiente como no dejar venir el cultivo e inclusive, varios de estos lugares debieron ser resembrados y las constantes lluvias tampoco permitieron que naciera la resiembra.

Se estima que en el área de influencia de la Cooperativa Agrícola Ganadera de El Trébol Limitada, las pérdidas por anegamientos oscilarían entre un 5% y 10%. Asimismo, a la hora de comparar nuestro distrito con lo que viven zonas aledañas, se puede decir que se vive un escenario positivo.

“El distrito de El Trébol es prácticamente una excepción en relación a lo que acontece en el resto de la zona; no quiere decir que no tengamos complicaciones: hay bajos afectados, sectores que fueron resembrados y se volvió a perder y algún lote excepcional que quedó sin sembrar, pero si lo comparamos con la zona de María Susana o el sector entre Piamonte y Carlos Pellegrini, siendo zonas que ya se anegaron en el mes de noviembre con los 300 milímetros y no se desagotaron más, nosotros podemos decir que estamos bastante bien”, explicó el Ingeniero de la Cooperativa Agrícola Ganadera de El Trébol Limitada, Germán Kast acerca del estado de situación que atraviesa el sector.

Además puntualizó: “En nuestra zona se agudizaron los problemas en los campos bajos, pero no implica que el productor tenga el lotes por completo bajo agua. En la mayoría de los casos, quien más quien menos, tiene 4, 5 o a lo sumo 10 hectáreas afectadas por el agua; pero la parte que no fue afectada por el agua está muy buena y en cierta medida compensará el faltante de esos bajos”.

Consultado sobre las consecuencias que podría acarrear la continuidad de abundantes lluvias, Kast sostuvo que: “En la medida que no se den grandes lluvias no pasa nada; o sea, si son lluvias de 30, 40 milímetros no debieran causar mayores inconvenientes a los que ya se produjeron en los sectores bajos. Sí estaríamos ante serios problemas si se dan lluvias superiores a los 150 – 200 milímetros, lo que ya generaría complicaciones de cara a la cosecha propiamente dicha”, finalizó.

 

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