#MIRÁCOMONOSPONEMOS – Yo si te creo y quiero que lo sepas

Lo más leido

No es fácil sentarme y escribir estas líneas, pero son necesarias. Recuerdo que en una charla tiempo atrás, alguien me dijo que fue abusada. No había sido horas antes, ni unas semanas atrás, ni tampoco uno o nueve años. De ese momento habían pasado más de 60 años. Más de seis décadas de silencio y dolor.

No gritó, no pidió ayuda, no habló. Sólo calló. Guardó. Sufrió. Como muchas otras. Hasta que un día con sus años vividos, sus marcas y arrugas, pudo poner en palabras ese momento. Asumir lo que pasó.

Escribo y la sensación de angustia es inevitable. Los ojos se me cristalizan y la mirada queda fija en el teclado. Miro, pienso, recuerdo y sigo. Continúo porque no es un caso aislado, es un caso más, uno de tantos, de miles que suceden día a día y que la impunidad del patriarcado y del sistema dejan callados y en las sombras.

Sigo en pausa. Vuelvo a pensar y recuerdo muchos casos. Muchas pibas que pasaron por lo mismo, que lo atraviesan hoy por hoy. Me paralizo… Sé que volverá a pasar, que mientras las letras se agrupan y las palabras forman oraciones en este instante, alguien está siendo abusada.

El miedo detiene el tiempo, lo frena, lo hace eterno. Se vuelve el peor enemigo. Y no viene solo. Llegan con las atroces culpas. Infundadas para quien las ve de afuera, pero tan reales para quien las transita. El silencio se vuelve un aliado vil y sirve para apagar esas voces que atormentan y que avergüenzan.

Infames y crueles, aquellos y aquellas que acusan y juzgan los porqués de las acciones de los demás: ¿Por qué no gritó? ¿Por qué no lo dijo antes? ¡Seguro es una putita y le gustó! ¡Está mintiendo! ¡No le creo!

Nefasto pensamiento. Seres inhumanos. Insensibles. Sin empatía. Vacíos, fríos y distantes a la realidad que le toca a muchas mujeres. A todas, a cada una de nosotras.

#miracomonosponemos. Mirá como decimos basta, como le decimos basta al patriarcado. BASTA. En definitiva esa también puedo ser yo, podrías haber sido vos, tu hermana, tu amiga, tu abuela.

NO GRITÓ PORQUE NO PUDO. NO HABLÓ PORQUE TUVO MIEDO. NO LO DIJO PORQUE SINTIÓ CULPA.

Yo te creo. Yo te creo. Yo te creo. Yo, te creo. Yo, te creo.  ¡Yoo, te creo! ¡Yooo, te creo!

Quiero que lo entiendas, ¡Yo te creo! Quiero que lo sepas, ¡Yo te creo! Quiero que lo sientas, ¡Yo te creo! TE CREO.

Por Melisa Barrios.

Más artículos

 

Últimos artículos