El taller de Juguetería Artesanal es todo un éxito

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Otro de los interesantes talleres y cursos con los que cuenta la ciudad es el de Juguetería Artesanal.

El mismo, es dictado por la profesora Claudia Arévalo en el Centro de Día Municipal, más conocimo como el “Chalecito”, y está conformado por 12 alumnas.

Las chicas aprenden a crear, pintan y también adquieren conocimientos sobre otras técnicas.

El dato más relevante es que todo lo confeccionado en el taller tiene un fin 100% benéfico.

“La idea de este taller, que nació el año pasado, fue para que a fin de año nosotros podamos donarle a la municipalidad los juguetes que las chicas hacían acá para regalar a los chicos. Pero además y al igual que el año pasado, las chicas aprenden también otras técnicas”, comenzó expresando la profe.

“Este año vamos a hacer decoupage sobre telas y vamos a pintar algunos juguetitos, en pintura plana, de madera. Pero todo se trata de juguetería. Lo que vamos a hacer de decoupage sobre telas van a ser carteras o almohadones, que también después las chicas hacen para donar a la municipalidad. Ahora estamos trabajando con payasitos, que fue la primera idea que nació y que tiene que ver con que el PEAM está cumpliendo sus 20 años. ¿En que fiesta de antes no había un payaso? Por eso es que nació esta idea. También, hicimos el payaso gigante para la Fogata de San Juan y ahora estamos armando los payasitos que van a dejar para donar”, agregó.

El grupo de alumnas

“El grupo es de 12 mujeres. La idea es que cuando vengan, vengan con ganas y lo puedan hacer como un recreo. Que además de aprender, vengan a relajarse. Y para lo que es artesanal y manual, un grupo muy grande tampoco se puede tener porque todas tienen que aprender. Pero estoy contenta porque es un grupo muy lindo”, remarcó Arévalo.

Materiales de trabajo

“Ahora estamos trabajando con telas. Telas que pedimos y nos compró la municipalidad y también algunas que les donaron a las chicas, porque la gente sabe que hacemos para regalar para fin de año. Toda la comunidad nos brinda materiales y se solidariza. Las chicas traen, cortan en sus casas, planchan y van restaurando”, señaló.

Notorio crecimiento

“El año pasado era el primer año y la expectativas eran muchas, por lo que quizás lo tomaron como un trabajo más pesado. Era un desafío. Este año, ya con la experiencia, lo tomaron con más tiempo, más tranquilas, se relajaron más y están trabajando mejor”, dijo Claudia con muecas de satisfacción.

“La idea está muy buena y quien se quiera sumar todavía puede hacerlo”, finalizó.

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