En horas de la mañana la sirena de Bomberos Voluntarios alertó a la población. A penas algunos minutos habían pasado de las 10hs. cuando el cuerpo activo acudió al rescate de un caballo que había caído a un pozo ciego en el patio de una vivienda, ubicada en calle JF. Seguí al 1200.
De inmediato, el personal a cargo comenzó con las maniobras de rescate del animal con la colaboración del veterinario Dario Storti, efectivos de la Comisaría IV y personal del Departamento de Tránsito.
Tras un arduo trabajo, los bomberos pudieron rescatar al equino sin lesiones mayores, tal así que una vez afuera logró erguirse y caminar.
“Llegamos hasta el lugar y nos encontramos con un pozo de unos tres metros de luz, con barro y agua en la parte de abajo. El caballo estaba bien, pero cuando empezó a ver movimiento se puso intranquilo. Por ello es que contamos con la colaboración de Darío Storti, quien nos dio una mano”, explicó a los medios locales el Jefe de Bomberos Mariano Corsalini.
El rescate
“Renegamos por una cuestión de que no es fácil trabajar en un pozo con un caballo adentro, pero se portó muy bien. Sabemos que es un animal manso y eso nos facilitó bastante la tarea”, sostuvo.
Sobre el rescate en sí, Corsalini señaló que alternativas tenían varias pero que debían ir probando cual era la que deba más resultado. “No fue fácil porque el caballo tenía una parte de la panza enterrada en el barro y eso nos dificultaba meternos para poder pasarle las lingas por abajo. Pero después de tanto probar, tuvimos suerte de que lo pudimos lingar, no zafó y eso llevó al éxito”, aclaró al respecto.
Para finalizar, el Jefe de bomberos mostró su satisfacción: “Estaba comprometido porque en el centro del pozo había una columna de cemento de una cañería del pozo y el caballo no tenía mucho lugar, y cuando se alteraba se golpeaba la panza. Por suerte, salió ileso, lo pudimos controlar y sacarlo caminando. Eso es una gran satisfacción”.
