Figura clave del under de los ’80, su nombre quedó para siempre asociado al incendio del boliche en el que perdieron la vida 194 personas.

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Murió Omar Chabán, el gerenciador del trágico Cromañón – Estaba con prisión domiciliaria. Estaba internado en el Hospital Santojanni, con prisión domiciliaria . Fue después de que un informe de los médicos forenses apurara su traslado desde la cárcel de Marcos Paz. La resolución judicial había dejado asentada una razón humanitaria: «Chabán está atravesando los últimos momentos de su vida», decía el informe, del año pasado. A causa de un cáncer en un grado muy avanzado, hoy a las 12.40 murió Omar Emir Chabán, el ex gerenciador de Cromañón, donde la noche del 30 de diciembre 2004 ocurrió la tragedia no natural más grande de la Argentina, que dejó 194 muertos y más de 1.400 heridos. Chabán tenía 62 años y en octubre de 2013 había sido condenado a pasar en una celda los siguientes 10 años y 9 meses de su vida.

En los últimos meses había bajado mucho de peso. Sufría de Linfoma de Hodgkin grado IV B, una enfermedad por la que se forman células cancerosas en el sistema linfático.

Un mal devastador: siempre había sido delgado, pero por el deterioro generalizado de su salud (recibía transfusiones, sesiones de quimioerapia y se alimentaba por sonda) había llegado a pesar apenas 40 y tantos kilos.

Chabán fue un personaje clave en la cultura under de los ’80. Había conseguido un nombre en la noche porteña. Con sus lentes de marco desmesurado, era fanático del cine alemán, peleador y provocador. Decía que su mundo pertenecía al teatro. Actor, director, coreógrafo, pero, sobre todo, personaje. Extravagante y narcisista. «No me gusta el rock, no me interesa», solía aclarar. En sociedad con Sergio Aisenstein y Helmut Zieger, en 1982 abrió Café Einstein, el mítico sótano de Córdoba y Pueyrredón que en apenas dos años de vida fue escenario de los nuevos aires que llegaban al rock argentino de la mano de Soda Stéreo, Los Twist y Sumo, entre otras legendarias bandas. Allí también se hacían performances teatrales con conocidas figuras del ámbito local y en ocasiones con la participación del mismo Chabán y de la actriz Katja Aleman, quien fuera su pareja y una de las personas que lo respaldaron más enfáticamente apenas ocurrida la tragedia del boliche de Once.

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