Las autoridades nucleares japonesas consideraron que es de «nivel 3»

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Elevan el nivel de alerta de Fukushima por la fuga de agua radiactiva – Es por el derrame de 300 toneladas de agua altamente contaminada, considerado un «incidente grave». Las autoridades nucleares japonesas elevaron a «nivel 3», correspondiente a un «incidente grave» en la escala internacional de eventos nucleares (Ines), la fuga de 300 toneladas de agua altamente radioactiva ocurrida en los últimos días en la central de Fukushima.

La clasificación al nivel 3 -sobre una escala que va de 0 a 7- equivale a la «liberación de una gran cantidad de material radioactivo en el interior de la instalación» dañada por un sismo y tsunami en marzo del 2011.

Tepco, la compañía japonesa que administra la central nuclear, considera la fuga de agua radioactiva como de «primaria importancia». Lo afirmó el viceadministrador delegado de esa sociedad, Zengo Aizawa, reconociendo que se trata de un «factor de riesgo o de peligro».

La radiactividad medida a unos 50 cm por encima de los charcos de agua contaminada era de unos 100 milesieverts por hora, según la compañía gerente de la central, Tokyo Electric Power (Tepco). Un obrero expuesto a este nivel acumularía en una hora la dosis máxima autorizada actualmente en cinco años en Japón para los trabajadores del sector nuclear, admite Tepco.

El accidente ocurrido en Fukushima el 11 de marzo de 2011 sigue clasificado en su conjunto en el nivel 7, el más alto, y correspondiente a unos «efectos considerables para la salud y el medio ambiente».

Desde hace varios días, un depósito de almacenamiento de agua dejó escapar 300 toneladas de agua radiactiva que se han extendido en la superficie y en el suelo de la central nuclear. Tepco consiguió localizar precisamente el tanque que perdía agua. Quedaban en la cisterna unas 670 toneladas que la compañía empezó a bombear para pasarla a otro depósito. La empresa está intentando también recuperar el agua derramada por el suelo y en parte infiltrada.

Un litro de esta agua contiene unos 80 millones de becquereles (unidad de radiactividad) de estroncio (metal muy radiactivo), así como otros elementos radiactivos que desprenden rayos beta.

Esta fuga es un incidente más de la larga lista de graves problemas ocurridos desde que la central fuera considerada estabilizada, es decir desde diciembre de 2011, cuando los reactores fueron declarados «en estado de parada en frío».

Fuente: Clarin.com

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