La AFA estudia prohibir el acceso de visitantes en todas las canchas – Son pocos los directivos que se animaron a gritar a viva voz que había que cerrar las tribunas para los visitantes. La charla que invita a la confidencialidad termina con una reflexión que enciende más alarmas: «Esto se nos fue de las manos. La situación es inmanejable». No lo dice cualquier hijo de vecino. La conclusión es de una persona con influencia en los organismos de seguridad. Habla de esa enfermedad terminal que no detiene su expansión cada fin de semana: la violencia en el fútbol. La que tuvo su episodio más reciente el domingo, cuando se cruzaron las barras de River y Colón, y anoche, con disturbios y tiros de un grupo bravo de Quilmes. Bajo esta coyuntura, hay dirigentes que tienen pensado sugerir que no haya más simpatizantes visitantes hasta el desenlace del Torneo Final en la reunión de Comité Ejecutivo que se celebrará esta noche en la calle Viamonte. Además, se buscará oficializar la aplicación de AFA Plus, el sistema de empadronamiento de hinchas que cuenta con el aval del Gobierno Nacional (ver recuadro). Y aunque trascendió que Julio Grondona está de acuerdo con la idea, la pregunta quedó picando como esa pelota que los violentos se empecinan en manchar cada fin de semana: ¿se animarán a tomar una medida tan poco popular? Ayer, nadie aseguraba que realmente se haga efectiva, al margen de su tratamiento en la cumbre que se realizará hoy.
Son pocos los directivos que se animaron a gritar a viva voz que había que cerrar las tribunas para los visitantes. Armando Pérez, presidente de Belgrano de Córdoba, fue autocrítico: «Ejecutar una medida que contemple la prohibición del público visitante es un solución momentánea, porque hoy los barras tienen un protagonismo que les dieron los dirigentes y lo tienen que lamentar los verdaderos hinchas». Ponderó la AFA Plus y reconoció: «La única relación que tenemos con los hinchas caracterizados (sic) pasa por ayudarlos en algún viaje, poniéndoles un micro o comprándoles un bombo, pero jamás tuvimos a un barra trabajando en el club ni negociamos con las reventas de entradas».
Esa connivencia que blanqueó Pérez es un común denominador en los clubes argentinos. Pero la cruda realidad es que a la mayoría de los dirigentes lo único que les preocupa es quedar pegados. Por eso prefieren ocultarse detrás del anonimato antes de reconocer que preferirían no albergar hinchas visitantes ni costear los micros de las barras. Incluso, a pesar del porcentaje acordado por la venta de entradas, una pérdida menor si se tiene en cuenta que muchos clubes reducen a la mínima expresión el lugar destinado a los visitantes o, en varios casos, llegan a acuerdos recíprocos para quedarse con la recaudación en condición de local.
Algunos dirigentes son escépticos respecto a la situación. Y una de las versiones que circuló es que volverían a vetar a los hinchas de la B Nacional, como ocurrió durante cuatro años hasta el descenso de River, una medida restrictiva que persiste en la B Metropolitana, C y D.
«Si se resuelve, será para todas las categorías, incluso Primera División», deslizó un allegado al mismísimo Grondona.
Desde los organismos de Seguridad, hay incertidumbre, tanta como cuando tienen que afrontar un operativo. Luis Morales, secretario general del Aprevide (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte), admitió ayer en la cancha de Lanús: «Hay dirigentes de la AFA que tienen posiciones a favor y en contra». Y añadió: «Los hechos más violentos se vivieron en la interna de las barras. Estamos a un año del Mundial y muchos se quieren posicionar porque el botín por el que pugnan es grande».
En el medio de las dudas, la Defensora Adjunta del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Muñiz, le pidió a la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que el Derecho de Admisión de ingreso a los estadios lo ejerza el Estado y no la dirigencia de los clubes. Y le solicitó a la Ministro de Seguridad, Nilda Garré, que suspenda el fútbol. Difícil que el show no siga su curso. A pesar de todo y de todos.
