Fue por 269 contra 161 votos. La votación contó con una sólida mayoría de republicanos y la mitad de los demócratas.

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La Cámara Baja aprobó en EE.UU. el acuerdo para evitar el default – El plan, negociado contrarreloj, aumenta el techo de la deuda cuyo límite vence en las próximas horas. Hoy vota el Senado. Después de un día de mucha tensión e incertidumbre, la Cámara de Diputados aprobó anoche el acuerdo sellado entre líderes del Partido Republicanos y la Casa Blanca para elevar el techo de la deuda y evitar que EE.UU. caiga en default hoy . La expectativa es que el Senado le dará también su visto bueno en las próximas horas. Así cederá la tensión mundial.

El acuerdo fue aprobado en Diputados por 269 votos (174 republicanos y 95 demócratas), y 161 votos en contra (66 votos republicanos y 95 demócratas). Se trata de una gran victoria para el Partido Republicano y para el Tea Party, que impuso su agenda fiscal: «reducción de gastos sin aumento de impuestos».

(Ver Pág. 23 ) Nadie saldrá ileso, sin embargo, de esta crisis.

La popularidad de Obama ha caído en picada . La percepción generalizada es que no ha sabido manejar las negociaciones y que no supo ser firme . Existe una verdadera rebelión en el seno de su propio partido debido a que muchos consideran que hizo demasiadas concesiones a cambio de prácticamente nada .

Si bien el presidente de la Cámara de Diputados, el republicano John Boehner, logró al final los votos necesarios para que el acuerdo sea aprobado, en su partido lo critican porque no incluye más recortes de gastos, y los que incluye son fundamentalmente en el área de Defensa mientras que deja intactos todos los programas sociales menos Medicaid .

De hecho, ninguno de los dos partidos estaba contento ayer con el acuerdo y muchos de los que votaron a favor del plan lo hicieron porque querían evitar el default .

Las quejas principales provinieron de los sectores más radicales de ambos partidos. Desde la base progresista del Partido Demócrata critican a Obama porque el acuerdo no prevé un aumento de los impuestos que permita distribuir mejor la carga del ajuste como estaba previsto al principio.

«Este acuerdo es un sandwich de satán con azúcar encima. Si levantan el pan, no les va a gustar ver lo que hay adentro», lanzó desde Twitter el Representante Emanuel Cleaver, presidente del grupo de diputados negros.

Desde el otro extremo del espectro político, el enojo se debe a que el acuerdo no recorta suficientemente los gastos y deja la puerta abierta para que en el futuro una comisión bipartidaria -que deberá decidir cómo se seguirá reduciendo el déficit fiscal- incluya un aumento de impuestos. Hay también quienes se oponen a que se eleve el techo de la deuda lisa y llanamente. Una de ellas es la diputada y candidata a presidente por el Partido Republicano, Michelle Bachmann, quien dijo que el acuerdo deja «gastar mucho y no corta suficiente». «Alguien debe decir ‘No’, y yo voy a hacerlo», declaró.

Más aún, casi todos los otros candidatos a presidente republicanos coincidieron con Bachmann y se declararon en contra del acuerdo. Mitt Romney, ex gobernador de Massachussetts -primero en los sondeos de opinión en la interna republicana- dijo que el acuerdo abre las puertas a un aumento de impuestos y coloca la reducción de gastos de Defensa sobre la mesa.

En este contexto se comprende bien porqué durante todo el día de ayer los líderes republicanos y demócratas se reunieron con los legisladores de sus respectivos partidos para tratar de venderles el acuerdo.

El vicepresidente Joe Biden, uno de los artífices principales del acuerdo, fue recibido con una ovación cuando ingresó ayer a una reunión con grupo de senadores demócratas.

«Las elecciones tienen consecuencias», les dijo explicándoles que los republicanos habían negociado con un revolver apuntando a sus cabezas. Se refería a la inflexibilidad que han tenido los representantes del Tea Party y a la manera con que este sector ultraconservador han dificultado la negociación.

Muchos senadores salieron de la reunión poco convencidos. «¿Quién puede estar feliz con este acuerdo? Yo creo que los conservadores republicanos, el Tea Party, deben de estar muy felices», dijo el senador Tom Harkim.

Boehner también fue recibido con una ovación por los republicanos. «En 20 años que llevo en esta Cámara, nunca he visto una oportunidad mejor que este acuerdo para poner esposas fiscales al Congreso», dijo.

Al finalizar la votación se lo veía triunfante, pero habrá que ver el costo que deberá pagar por no haber atendido a todos los reclamos del Tea Party.

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