Es porque una disputa dogmática entre demócratas y republicanos está impidiendo un arreglo para elevar el techo de la deuda.

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Obama no logra acuerdo por el default y discuten un nuevo plazo – El tope para evitar una cesación de pagos se correría del 2 al 15 de agosto. La pelea deteriora la imagen de EE.UU. El lamentable trámite de las negociaciones entre republicanos y demócratas en busca de un acuerdo para evitar el default de la deuda pública aumentó la percepción de que EE.UU.

ya no es el sólido pilar de las finanzas internacionales como lo era antes. Hay en danza varias fechas alternativas para posponer el vencimiento del plazo oficial – que hasta ahora es el 2 de agosto–, luego del cual se caerá en cesación de pagos. Una de las posibilidades que se maneja es correrlo hasta el 15 de agosto (Ver pág. 31).

De todos modos, no importa si la culpa la tiene un grupo de diputados ultraconservadores fanáticos y aislacionistas del movimiento opositor Tea Party , los jerarcas de ambos partidos o el propio presidente Barack Obama. Lo cierto es que nunca antes se habían privilegiado tanto los intereses partidarios por sobre los intereses nacionales en una situación económica tan crítica como la actual.

No hay precedentes en la historia financiera estadounidense de un bloqueo político semejante.

De hecho, incluso si republicanos y demócratas logran ponerse de acuerdo para elevar el techo de la deuda a último momento, las agencias calificadoras de riesgo ya han dicho que existe un 50% de posibilidades de que los bonos del Tesoro estadounidense perderán de todas maneras su triple AAA, es decir, la calificación que distingue al país donde se encuentran las inversiones más seguras y libres de riesgos del mundo.

Pero eso no es todo. El dólar, cuyo valor ha venido disminuyendo en los últimos días, está en la picota desde hace ya un tiempo . Países como China y Brasil han venido sugiriendo que el dólar, en tanto divisa de referencia internacional, debe ser reemplazado por una canasta de monedas.

En un sondeo de opinión realizado recientemente por la Unión de la Banca Suiza (UBS) entre dirigentes de Bancos Centrales, la gran mayoría pronosticó que el dólar será reemplazado en los próximos 25 años . Evidentemente, ese proceso podría acelerarse si Estados Unidos cae en default.El propio Obama lo advirtió en su discurso del último lunes cuando dijo que «los inversores en todo el mundo se preguntarán si merece seguir apostando por EE.UU.».

Trascendió ayer que el mandatario está, de hecho, más preocupado por la posibilidad de que le rebajen la calificación de los bonos del Tesoro que por un eventual default. ¿Por qué? «Es necesario comprender que cuando se habla de default, no se habla de default como el que puede haber en nuestros países», explicó a Clarín Liliana Rojas Suárez del Centro para el Desarrollo Global, un prestigioso think–tank de Washington. «Estados Unidos no tiene un problema de liquidez. Es decir, Obama puede elegir no pagar a los contratistas del Estados o las jubilaciones. Pero no va a dejar de pagar los intereses de los bonos del Tesoro». De hecho, el primer test tendrá lugar el 15 de agosto próximo , día que vencen 41 mil millones de bonos y hay que pagar US$ 30.000 millones de intereses.

Según Rojas Suárez, lo grave es si llegan a bajar la calificación de los bonos del Tesoro porque se puede producir un efecto dominó de consecuencias difíciles de predecir. David Wilson, el número dos de la Oficina del Inspector de la Divisa, dijo ayer durante una audiencia en el Congreso que el cambio de calificación de los bonos del Tesoro implicará una rebaja de la calificación de los bonos de los Estados y de los municipios.

Obama no quiere pasar a la historia como el presidente que no pudo evitar que, por primera vez, los bonos del Tesoro dejaran de tener la calificación triple AAA.

Algunos analistas de Wall Street piensan que, si hay una rebaja de la calificación, el costo del financiamiento estadounidense se elevará en 100.000 millones de dólares . Otros consideran, sin embargo, que el impacto será mucho menor porque no hay actualmente en los mercados internacionales una alternativa más segura a la de los bonos del Tesoro, incluso si pasan a ser calificados con únicamente una doble AA. La revista británica The Economist afirmó recientemente que lo más probable es que los bonos del Tesoro calificados como doble AA sean tan atractivos como los distinguidos con la triple AAA.

Sea como fuere, nadie niega el impacto psicológico que tanto un default como el cambio de calificación de los bonos del Tesoro podrían tener a nivel internacional.

Fuente:
Clarín.com

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