Con un último cuarto impecable, superó a la débil Angola por 91 a 70.

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Argentina cerró con todo y aseguró la clasificación – Volvió a brillar Scola, con 32 puntos. El próximo partido, el miércoles frente a Jordania. Recién en el último cuarto apareció esa autoridad que se esperaba. Acaso porque Angola no representaba un estímulo desde lo deportivo, Argentina mostró este lunes una de sus peores caras desde que comenzó el Mundial, aunque ese cierre de calidad sirvió para dejar la chapa en 91 a 70, asegurar una clasificación a octavos que nunca estuvo en duda y seguir como líder y única invicta del grupo A.

Con Fabricio Oberto todavía complicado por un cuadro gastrointestinal y siguiendo el partido desde el hotel, la opción que tomó Sergio Hernández fue mandar a Román González y no a Leo Gutiérrez en el quinteto titular. Ya debe estar imaginando el coach que Oberto no va a estar a pleno para el crucial partido del jueves ante Serbia y le quiere dar horas de vuelo al pivote de Quimsa.

En la previa parecía que en este partido iban a poder tomarse un descanso los que venían jugando más de 30 minutos por juego (Prigioni, Delfino, Jasen y Scola), pero los angoleños entraron con la intención de no dejarse atropellar como pasó ante Serbia en el debut (94-44) y después del 0-6 inicial se recuperaron con un parcial de 8-0 y llevaron el partido parejo durante un buen rato. Mientras del lado argentino Luis Scola tenía la exclusividad del ataque (15 puntos seguidos en el primer cuarto), el campeón africano abría diferentes canales de gol ante una defensa que no se hacía sentir.

Le costó a la Selección jugar concentrada ante un rival que es claramente inferior. Por eso recién pudo tomar una ventaja de diez puntos a falta de 2’12» para el descanso largo y después la estiró a 13 sobre el final, con puntos llegados desde la banca (3 de Leo Gutiérrez, 4 de Quinteros y 2 de Juan Gutiérrez). A esa altura Scola descansaba después de 18’10» consecutivos en cancha, en los que había dado una lección. El capitán se fue al vestuario con 21 de los 45 puntos que había marcado la Selección (9/14 dobles, 0/1 triples y 3/3 libres).

Un doble de Juan Gutiérrez (terminó con 9 puntos y 7 rebotes) estiró a 15 (60-45). Pero el equipo se quedó dormido y permitió la reacción de los africanos que coronaron un parcial de 14-2 con un doble de Mingas y se pusieron otra vez a tres puntos (62-59). Esa conversión funcionó como despertador. Argentina metió un parcial demoledor de 20-0 con el mejor momento de Delfino (cerró con 22 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias), que dejó a Angola en la lona por toda la cuenta. Antes del final, un dato de color. Leo Gutiérrez falló desde la esquina derecha del ataque argentino y el que fue a pelear el rebote con Mbunga (2,06) fue Junior Cequeira (1,80). El de Obras llegó a pellizcar el rebote y la pelota le cayó a Scola, que facturó de dos puntos y le sacó la falta a Gomes. La hinchada argentina reconocióal base con un «olé, olé, olé, oleeeé, Juniooor, Juniooooor».

La victoria llegó. Hubo que trabajar bastante más de lo que se esperaba. No hubo tanto descanso para Scola (31 minutos en cancha) ni para Delfino (34), pero sí tiempo para el debut de Mata entre los monstruos. Mientras Argentina sigue su buen camino en este Mundial, ahora sabe que tendrá al final descanso antes de enfrentar su próximo compromiso, el miércoles ante Jordania. Tiempo importante para recuperar energías y esperar que mejore Oberto. Porque no todos los rivales serán Angola, está claro.

Clarin.com

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